sábado, 25 de abril de 2020


OTRA OPORTUNIDAD PARA RESALTAR LA VIRTUD DE LA FE

En este obligado encerramiento, seguro nos está facilitando el poner al día asuntos pendientes, aligerar que cosas que no se usan y también poner al día la biblioteca. Al llegar a ésta y como no podía ser de otro modo, se vuelven a repasar títulos olvidados y libros nuevos que no se ha tenido oportunidad de leer. Uno de éstos, la cuarta edición del Cardenal Robert Sarah, titulado SE HACE TARDE Y ANOCHECE.

Aborda temas de actualidad, valiente y claro en sus exposiciones, apoyándose en la Doctrina de siempre y con mucho respeto al Magisterio de la Iglesia y extremada caridad.

Ya, en las primeras páginas, sale a relucir Abrahán y cómo no, el tema de la Fe, virtud teologal, en la que todos debemos implorar y estudiar, Digo todos, pues a los alejados, gnósticos, etc. si quieren ser felices, deben hacer el esfuerzo sincero de estudiar, repasar, como en su día lo hizo John Henry Newman. Me viene a la memoria ese número 575 del libro de Camino, de Josemaría Escrivá: “Algunos pasan por la vida como por un túnel, y no se explican el esplendor y la seguridad y el calor del sol de la fe”.

Pero vuelvo al libro del Cardenal Sarah y copio unos renglones del citado título que se encuentran en las páginas 26 y siguientes:

“La fe es, por tanto, un “sí” a Dios. Exige al hombre que deje a sus dioses, su cultura, todas las certezas y las riquezas humanas para adentrarse en la tierra, en la cultura y en el patrimonio de Dios. La fe consiste en dejarse guiar por Dios, que se convierte en nuestra única riqueza, nuestro presente y nuestro futuro. Se convierte en nuestra fuerza, nuestro sostén, nuestra seguridad, la roca inquebrantable sobre la que podemos apoyarnos.

“La fe es contagiosa. Y, si no, es que se ha vuelto insulsa. La fe es como el sol: hace brillar, ilumina, irradia y da calor a todo lo que gravita a su alrededor. Gracias a la fuerza de su fe, Abrahán arrastra a toda su familia y a su descendencia a una relación personal con Dios. No cabe duda de que la fe es un acto íntimamente personal, pero también hay que profesarla y vivirla en la familia, en la Iglesia, en la comunión eclesial” y cómo continúa ilustrando.

El  nuevo encuentro con el aludido título Se hace tarde y anochece, me está ayudando  personalmente y como librero que soy, qué buena oportunidad para recomendarlo.

Madrid, 25 de abril 2020, festividad de San Marcos, Evangelista.

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