miércoles, 28 de febrero de 2024

DESPIERTA Y COMBATE A LOS BÁRBAROS
QUE ARRUINAN TU VIDA
¿Qué demonios nos pasa? – Delegar responsabilidades

1.- Una sensación de impotencia. Lo que pasa es que no sabemos lo que nos pasa. Esa es nuestra triste realidad. El ciudadano medio está como grogui, golpeado y tumbado en la lona, con una sensación de impotencia al ver cómo España, y una buena parte de Occidente, se nos va a pique por poderosas fuerzas que son, cada día, más difíciles de vencer y extirpar de nuestra vida.

      Lo tenemos todo para seguir siendo la gran nación que fuimos, y cuando parece que estamos en condiciones de conseguirlo, zas, las nieblas tenebrosas se instalan entre nosotros y descarrilamos.

      Hay resortes en nuestro país que ejercen el poder independientemente del apoyo social que puedan tener. Y es un poder que se impone, aunque la No-Izquierda consiga el Gobierno de la nación.

      ¿Qué nos pasa? Lo que nos pasa es que seguimos sin enterarnos de que estamos inmersos, desde hace décadas, en una guerra cultual… y que la estamos perdiendo a pasos agigantados. Bueno, más que perder creo que lo justo es decir que casi nunca nos presentamos en el campo de batalla. Y, cuando lo hacemos, estamos siempre en minoría y desunidos, un poco como el ejército de Pancho Villa, cada uno a su bola, en plan francotirador, y contribuyendo, muchas veces, a que los aliados pierdan sus batallas gracias al llamado fuego amigo…

      Comprendo que esta guerra no sea fácil de palpar. Cuando un país es invadido por otro, la amenaza es visible y cercana. Y la población, claro, se moviliza para no caer en manos del enemigo. Le va en ello la vida. Hay una reacción para no ser aplastado. Y lo dejo todo para unir sus fuerzas a otros conciudadanos que ven peligrar su vida, su familia y sus propiedades.

2.-En qué consiste esta guerra cultural. Hace décadas comenzó esta guerra cultural que no mata físicamente… de momento, pero sus bombas ideológicas destrozan la sociedad. No hay tropas, soldados o tanques. Es una guerra más sutil. Y como en cualquier guerra se pretende aplastar al enemigo.

      En esta guerra, el campo de batalla es el mundo de la cultura y de la opinión pública. Y el botín es acaparar todo el poder para someter al otro a los dictados del ganador.

      Hay dos bandos bien diferenciados, los impulsores de una sociedad encerrada en la ideología, frente a una abierta a la realidad.

Ø  La guerra cultural se libra entre los que quieren imponer una dictadura del pensamiento único, frente a los que queremos una sociedad plural.

Ø  Los que quieren prohibir todo aquello que los molesta, frente a los que respetamos comportamientos o acciones de otros aunque nos desagraden.

Ø  Los que prefieren que la riqueza sea distribuida por los políticos, frente a los que sostenemos que es mejor que el dinero esté en los bolsillos de los ciudadanos.

Ø  Los que quieren dominar, frente a los que nos negamos a ser dominados.

Ø  Los que se llenan la boca de tolerancia, pero no admiten que se discrepe de sus postulados, frente a los verdaderos tolerantes que son tachados de fascistas por esos “tolerantes”, y se los persigue para que no tengan voz en la plaza pública.

Ø  Los que quieren subir los impuestos, frente a los que nos gustaría bajarlos.

Ø  Los que saquen las cuentas públicas para crear altavoces de propagandas, frente a los que desearíamos una administración neutral.  -continúa-

         (autor Álex Rosal, LIBROSLIBRES, con el título que encabeza, capítulo 1, p. 20-22)

domingo, 25 de febrero de 2024

Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 25 febrero al 2 de marzo 2024
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Sentido de pecado
      El cristianismo es la religión que tiene por centro la Cruz de Cristo.
A lo largo de los siglos la Iglesia celebra permanentemente su muerte y
Resurrección en la Eucaristía, y se une al mismo Cristo para ofrecer al
Padre el sacrificio voluntario del Hijo.
(Juan Luis Lorda, Para ser cristiano, p. 206)
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            Tiempo de Cuaresma, ciclo B – año Impar
Día 25. DOMINGO II DE CUARESMA.
San Valerio, eremita, siglo VII
Catecismo. La Transfiguración, n. 554-556

Día 26. lunes de la II semana, feria.
San Alejandro, patriarca de Alejandría, siglos III-IV
Cat. Diversidad de pecados, n. 1852-1853

Día 27. martes de la II semana, feria.
San Gabriel de la Dolorosa, religioso pasionista, siglo XIX
Cat. La gravedad del pecado: pecado mortal y venial (I), n. 1854-1860

Día 28. miércoles de la II semana, feria.
San Leandro de Sevilla, obispo, siglo VI
Cat. La gravedad del pecado: pecado mortal y venial (II), n. 1861-1864

Día 29. jueves de la II semana, feria
San Hilario, diácono de Cerdeña, siglo V
Cat. La proliferación del pecado, n. 1865-1869

Día 01. viernes de la II semana, feria. Abstinencia
El Ángel de la Guarda de las Instituciones
Cat. “El Reino de Dios está cerca”, n. 541-542

Día 02. sábado de la II semana, feria.
Santa Ángela de la Cruz, fundadora Hermanas de la Cruz, 1846-1932
Cat. El anuncio del Reino de Dios, n. 543-546
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LA VERACIDAD, UNA NECESIDAD EN LA VIDA.
LA MENTIRA, ARMA DE LOS COBARDES

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      Ante la carencia de formación y doctrina y sabiendo que el mejor
libro para ilustrar, enriquecer y mejorar la vida cristiana es el Catecismo
de la Iglesia Católica
, ¿por qué no sugerirlo a nuestras amistades a
conocerlo y estudiarlo? Nos lo agradecerán.
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miércoles, 21 de febrero de 2024

LA VERACIDAD, UNA NECESIDAD EN LA VIDA.
LA MENTIRA, ARMA DE LOS COBARDES

Nuestra sociedad la cambiado en los últimos cuarenta años y estos cambios, están incidiendo negativamente en la familia, en la enseñanza, en las relaciones sociales, etc. Por ello, es necesario advertir el lenguaje que utilizan algunos medios de información (prensa, radio, tv), también gran parte de los políticos.

Ante esta situación, es deseable contar con una buena formación -también moral y doctrinal-, con nuestro juicio veraz y crítico. Muy importante, de entrada, no dar por válido todo lo que se nos dice.

Recientemente se ha publicado un libro con este sugerente título: DESPIERTA Y COMBATE A LOS BÁRBAROS QUE ARRUINAN TU VIDA (autor. Álex Rosal, publicado por LibrosLibres). En su Introducción, nos advierte, de la hipocresía y confusión de cómo se utilizan lenguajes manipulados.

Don Manuel, presidente de una multinacional, charla y comenta a Telmo, un joven ambicioso, carente de moral y principios, que desea llegar a los medios dominantes, en la banca, la gran empresa, los influencers… “Telmo, te podría dar una clase sobre el tema, pero no quiero aburrirte. Por favor, “grábate a fuego estos siete consejos que te voy a dar. Con ellos podrás dominar a la población y perpetuarte en el Poder:

Primero: Llénalos de distracciones. Si logras que los ciudadanos estén entretenidos, sepultados por una avalancha de información intrascendentes, consumiendo horas y horas de tv y poniendo su atención en vídeos tontos….

Segundo: Mételes miedo. Genero pánico. Fíjate en los corderitos. Cuando un pastor grita” ¡qué viene el lobo”, los animalitos corren como locos a refugiarse. Los humanos somos igual que esos borregos. Buscamos protección ante una catástrofe y si el Poder nos ofrece esa seguridad, aceptamos cualquier sacrificio.

Tercero: Crea las condiciones para que se censuren. Lograrás un gran éxito si una buena parte de los ciudadanos se convierten en policías del pensamiento y acusan a otros de comportamientos incorrectos, amenazándolos con expulsarlos de la tribu.

Cuarto: Crea enfrentamientos. Hombres contra mujeres, negros contra blancos, proletarios contra capitalistas… que haya tensión y clima de lucha permanente.

Quinto
: Controla a la población con un sistema de crédito social. Copia a los chinos. Ellos han conseguido un sistema que combina sanciones con recompensa, obligando a un comportamiento que facilita un control casi total. Es un autoritarismo casi invisible.

Sexto: Subvenciona a los medios. No hace falta que tengas la titularidad de sus cabeceras, simplemente cómpralos con ayudas y subvenciones, y te asegurarás su lealtad.

Séptimo: Cada vez que salte un escándalo no dediques mucho esfuerzo a defenderte. No discutas; ese debate ya está perdido. Entierra ese alboroto ofreciendo nuevas distracciones y noticias. Oblígalos a que hablen de otros temas. Ah, y, por último, no te olvides de que apenas tienes resistencia. Tus adversarios se quejan mucho, pero delegan siempre su responsabilidad de combate en otros. Son inofensivos. El camino lo tienes libre”.

Me desperté sobresaltado y nervioso, y me pregunté: “¿Esto es real? ¿Está pasando"?

domingo, 18 de febrero de 2024

Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 18 al 24 de febrero 2024
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 La gran fortuna de tener amigos
   “Estoy siempre a disposición de los amigos” (Cicerón, De senectute, 38) 
Es muy bueno que los amigos sepan que estamos cerca y dispuestos a escuchar,
compartir, aconsejar, acompañar. Esos ratos de conversación son quizá
los más gratos, porque la amistad es uno de los tesoros de la vida.

                                                (Francisco Fernández-Carvajal, El paso de la vida, p. 229)
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             Tiempo de Cuaresma, ciclo B – año Impar
Día 18. DOMINGO I DE CUARESMA.
San Eladio, obispo de Toledo, siglos VI-VII
Catecismo. Las tentaciones de Jesús, n. 538-540

Día 19. lunes de la I semana, feria.
Beato Álvaro de Córdoba, dominico de san Pedro, siglos XIV-XV
Cat. La realidad del pecado, n. 386-387

Día 20. martes de la I semana, feria.
San Eleuterio de Tournai, obispo, siglo V-VI
Cat. El pecado original: verdad esencial de la fe, n. 388-390

Día 21. miércoles de la I semana, feria.
San Pedro Damián, cardenal y obispo de Ostia, siglo XI
Cat. Un duro combate, n. 407-409

Día 22. jueves. Cátedra de san Pedro, fiesta.
Cat. “Las llaves del Reino”, n. 551-553

Día 23. viernes de la I semana, feria. Abstinencia
San Policarpo de Esmirna, obispo y mártir, siglo II
Cat. La misericordia y el pecado, n. 1846-1848

Día 24. sábado de la I semana, feria.
San Etelberto, rey de Kent, siglo VII
Cat. Definición del pecado, n. 1849-1851
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-PREPARACIÓN PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
SANTA MISA:
el altar como umbral. capítulo 8
-HISTORIA DE PALESTINA, relato n. 16
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viernes, 16 de febrero de 2024


PREPARACIÓN PARA LA CELEBLACIÓN DE LA
SANTA MISA: El altar como mesa
Romano Guardiani, capítulo 8

      “El altar es el umbral para el arrobamiento divino. Por Cristo, Dios ha dejado de ser desconocido e inaccesible, ha orientado su mirada hacia nosotros, ha venido a nosotros y se hizo uno de nosotros, para que podamos ir hacia él y pertenecerle. Pero el altar es la frontera donde se produce el tránsito de Dios hacia nosotros y de nosotros hacia él.

      Aquí debemos decir algo sobre las imágenes con las que solemos expresar los misterios divinos. Ellas revelan la plenitud de éstos y extraen rasgos particulares, para que podemos captarlos más fácilmente. En tanto vemos el altar como umbral, pensamos en algo determinado y dejamos de lado otros aspectos, por ejemplo, aquéllos a los cuales hace referencia el término “mesa”. Las imágenes proceden también del mundo terrenal. En sí, entre los ámbitos humanos y divinos no hay ninguna puerta, tal como existe entre la calle y el interior de una casa o entre un cuarto y otro. En consecuencia, las formas de representar nuestra existencia son trasladades a la vida divina por medio de imágenes. Pero no conviene insistir demasiado sobre lo inapropiado de estas imágenes, a no ser que queremos dejar de lado lo importantes.

      De ninguna manera son simples recursos, buenos para los niños y para el pueblo, mientras que el hombre “culto” debería expresar lo que piensa en forma pura, es decir, a través de meros conceptos. Es por eso que Jacob, el nieto de Abraham, cuando se despertó de su sueño profundo, exclamó: “¡Qué terrible este lugar! ¡Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo! (Gn 28,17). Y san Juan escribió en el Apocalipsis: Después tuve la siguiente visión: Había una puerta abierta en el cielo, y la voz que había escuchado antes, hablándome como una trompeta, me dijo: “Sube aquí, y te mostraré las cosas que deben suceder en seguida” (Apoc 4,1). Si dijéramos que en este pasaje el término “puerta”, en realidad, es “una imagen”, que utilizamos para significar que Dios está próximo, aun cuando es invisible, ya que ningún hombre puede alcanzarlo, aunque él sí puede elevarnos hacía sí, esto sería correcto pero mezquino. Aquí se habla de una puerta, y la puerta es justamente eso. Nuestro pensamiento puede intentar expresar su significado recurriendo a conceptos y a principios, pero éstos son simplemente un auxilio o una ayuda, y nada más que eso.

      En consecuencia, se invierten los términos, ya que lo específico es la imagen, y los pensamientos sólo pretenden hacer patente su profundidad. La imagen dice más que el pensamiento. La contemplación, el acto por el cual captamos la imagen, es más vital, más plana, más profunda y más variada que el pensamiento. Si se permite la expresión, diría que los hombres modernos somos completamente conceptualistas, ya que hemos perdido la capacidad para contemplar imágenes, oír parábolas y realizar acciones simbólicas. Pero podemos aprender nuevamente algo de eso, en tanto estimulemos y ejercitemos la capacidad para ver y percibir, la que hasta ahora ha sido despreciada y minusvalorada. El misterio del altar contiene más que  lo que expresa la imagen del umbral, ya que también es mesa.

      En las religiones de todos los pueblos, se vislumbra que, en torno a la mesa sagrada, no sólo se hace presente el hombre, sino también la divinidad. En todas partes, el hombre piadoso deposita ofrendas sobre el altar, para que la divinidad las reciba. Que estos dones no deben pertenecer más al hombre, sino a la divinidad, se enfatiza inclusive en el hecho de que son destruidos o, en todo caso, se impide su utilización por parte del hombre, ya que se quema el cuerpo de la ofrenda y se derrama la bebida”. continúa

         (Romano Guardini, Celebración de la Santa Misa / El altar como umbral capítulo 8, primera parte, p. 42-44)

domingo, 11 de febrero de 2024

Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 11 al 17 de febrero 2024
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Cómo vivir una nueva Cuaresma
      Es tiempo de actuar, y en Cuaresma actuar es también detenerse.
Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como
el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un
único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios,
en la carne del prójimo. Por eso la oración, la limosna y el ayuno no son
tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura,
de vaciamiento: fuera los ídolos que nos agobian, fuera los apegos que
nos aprisionan.
                        (Papa Francisco, Mensaje para la Cuaresma 2024)
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            Tiempo Ordinario, ciclo B – año Impar
Día 11. DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO.
Nuestra Señora de Lourdes, advocación mariana
Catecismo. Sacramentos de Cristo, n. 1113-1116

Día 12. lunes de la VI semana.
Santa Eulalia de Barcelona, mártir, 290-303
Cat. Sacramentos de la Iglesia, n. 1117-1121

Día 13. martes de la VI semana.
San Benigno, presbítero y mártir, siglos III-IV
Cat. Sacramentos de la salvación, n. 1127-1129
              Se interrumpe el Tiempo Ordinario
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                      Tiempo de Cuaresma
Día 14. miércoles de la Ceniza, feria. Ayuno y abstinencia
Santos Cirilo y Metodio, copatronos de Europa, siglo IX
Cat. La penitencia interior, n. 1430-1433

Día 15. jueves después de ceniza, feria
Beato Ángelo de Sansepolcro, presbítero y ermitaño, siglo XIV
Cat. La conversión de los bautizados, n. 1425-1429

Día 16. viernes después de ceniza, feria. Abstinencia
San Macario el Grande, de Egipto, abad, siglo IV
Cat. El sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación, n. 1440-1445

Día 17. sábado después de ceniza.
Santos Fundadores de los Siervos de Santa María Virgen, siglo XIV
Cat. El sacramento del perdón, n. 1446-1449
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-PREPARACIÓN PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
SANTA MISA
: el altar como umbral. capítulo 7
-HISTORIA DE PALESTINA, relato n. 15
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miércoles, 7 de febrero de 2024

 PREPARACIÓN PARA LA CELEBLACIÓN 
DE LA 
SANTA MISA:  
El altar como umbral
Romano Guardiani, capítulo 7, segunda parte 

     “Se necesita sólo la disposición interior y una reflexión serena, con las que el creyente vive realmente este misterio y su corazón responde con profundo respeto. Más aún, en algunas ocasiones propicias, puede incluso experimentar algo similar a lo que experimentó Moisés: cuando apacentaba el rebaño en la soledad del monte Horeb, y se le apareció “el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse”, Moisés intentó acercarse…” (Ex 3, 1-5). Es muy importante que el hombre experimente alguna vez el temor por la presencia de Dios y se alejo de los lugares sagrados, para que le sea evidente, en lo más íntimo de sí, que Dios es Dios, y que él es hombre.

      La confianza en Dios, la cercanía y el refugiarse en él se aflojan y debilitan, cuando faltan el conocimiento de la majestad que aleja de sí y el temor ante la santidad divina. Hacemos bien en rogar a Dios para que nos permita pasar por esta experiencia. Probablemente el altar sea el mejor lugar en el que podemos experimentarla. Pero el umbral no sólo es límite sino también tránsito. Más allá de él se puede pasar a otro lugar, deteniéndose en él se puede recibir a aquél que se acerca desde allí. En este sentido, el umbral es algo que constituye una unidad, ya que es ámbito de unión y encuentro. También esto está presente en el altar. La síntesis de la revelación lo constituye el mensaje que proclama que Dios nos ama. El amor de Dios no es la ampliación infinita de aquello que encontramos también en nosotros mismos. Ese amor debía ser revelado, en consecuencia, es un misterio, algo inaudito de lo cual somos perfectamente conscientes, cuando vemos claramente quién es Dios y quiénes somos nosotros. Ese amor encuentra su expresión auténtica en el acontecimiento de la encarnación. Dios abandonó el reino que había reservado para sí, descendió, se ha hecho uno de nosotros y ha adoptado nuestra vida y nuestro destino. Ahora está entre nosotros, está de nuestro lado. Este es su amor, el que configura una proximidad que de ninguna manera el hombre había podido concebir para sí mismo. Este estado de ánimo se expresa en el altar, nos dice que Dios se ha vuelto hacia nosotros, que él ha descendido de las alturas, que desde su lejanía se la acercado a nosotros.

      El altar nos expresa que Dios está entre nosotros, mejor dicho, en nosotros. El altar mismo afirma que hay un camino, que desde la lejanía de nuestra condición de criaturas, nos eleva hacia él; que desde lo profundo de nuestro pecado, nos conduce hacia él; que podemos recorrer este camino, pero no con nuestras propias fuerzas sino con las que él nos da. Podemos ascender hacia Dios, sólo porque ha trazado el camino hacia nosotros. Puesto que él ha descendido, entonces nos eleva. Él mismo, el que ha venido, es “el Camino, la Verdad y la Vida”

      Lo que llamamos “oración” no es sino la consumación de este misterio. Siempre que invocamos a Dios nos colocamos frente a su umbral y lo cruzamos… Pero aquí, en la Iglesia, en el altar, este umbral se muestra esencialmente en su configuración más expresiva y específica, porque, en el misterio de la misa, alcanza su más plena perfección. A través de la autoinmolación de Cristo en su muerte redentora -presupone la encarnación del Hijo de Dios-, el umbral se manifiesta clara, definitiva y sencillamente como límite, en tanto es patente quién es el Dios santo y cuál es nuestro pecado, pero también simplemente como tránsito porque Dios se ha hecho hombre, para que lleguemos a ser partícipes de la naturaleza divina (2Ped 1, 4). De este modo, se pone de manifiesto que el altar es verdaderamente “el espacio sagrado”. Ante él, podemos decir “aquí” en una forma que excluye a todos los demás espacios.”

      (Romano Guardini, Celebración de la Santa Misa / El altar como umbral capítulo 7, primera parte, p. 40-42)

HISTORIA DE PALESTINA
Período Cruzado (1099 - 1291) –
Período Mameluco y Otomano (1291 – 1917)
 
Período Cruzado. Godofredo de Bouillón conquistó Jerusalén en 1099. Su hermano Balduino, en el año 1100, se corona rey el día de Nochebuena, en Belén, estableciendo el Reino Latino de Jerusalén que durará aproximadamente dos siglos, largo período luminosamente fecundo en obras y vigor cristianos,
      En la Batalla de los Cuernos de Hattín, 1187, Saladino el Curdo vence a los cruzados y con ello cae para siempre el reino de Jerusalén. Los cruzados se repliegan a la costa: San Juan de Acre, Atlit, Cesarea, Jafa. Con ánimo de recuperar Jerusalén, van a continuar hasta ocho las Cruzadas, en las que intervendrán Ricardo Corazón de León, Federico Barbarroja y San Luis IX de Francia, etc.
      San Francisco de Asís llega con talante muy diferente a Palestina en el año 1219. Es una fecha señera para la pervivencia y conservación de los Santos Lugares. Toda la sufrida obra franciscana en Tierra Santa arranca de aquí. La piedad de Francisco encendió una llama de amor y paz que ha venido ardiendo desde entonces, prácticamente sin solución de continuidad, a pesar de cuantas adversidades han soplado enérgicamente sobre ella.
      Consignemos aún que fue el general mameluco Bibars quien arrebata a los cruzados las pocas fortalezas que aún mantenían, con lo que se cierra el período de 1291. Y como los Santos Lugares habían sido, a su criterio, motivación de la enérgica reivindicación del mundo cristiano, no dudó en arrasarlos con ahínco iconoclasta, hasta sus cimientos.
 
Período Mameluco y Otomano. Bajo el período Mameluco, Tierra Santa se convirtió en provincia dependiente de Damasco. A partir de ahí, altibajos políticos y económicos se sucederán ininterrumpidamente.
      Los franciscanos, a pesar de todo, y a costa de sacrificios innumerables, se las componen como pueden para permanecer en Tierra Santa, no sin la inestimable ayuda de los estados europeos, a quienes se acude con insistencia para poder perseverar y atender dignamente los Santos Lugares y asistir a los peregrinos, que siguen acudiendo en aras de su fe, no sin tropiezos e inconvenientes.
      El año 1516, Palestina queda sometida al imperio otomano con la conquista de Jerusalén por Selim I. Solimán el Magnífico reconstruye sus murallas en 1542. El territorio fue dividido en cuatro estados feudales militares: Jerusalén, Gaza, Nablús y Safed. Es ahora cuando se despoja a los franciscanos del Santo Cenáculo, interrumpiéndose una posesión cristiana que conecta con una antiquísima tradición.
      Paralelamente, llegan, expulsados de España, muchos judíos que se instalan principalmente en Safed y Jerusalén. En realidad, la última parte del siglo XVI es contraria por igual al cristianismo y al judaísmo, hostigados sin clemencia, uno y otro, por la oficialidad local y el bandidaje.
      El tratado de Karlowitz, en 1699, con la caída del Imperio Otomano en Europa, concede a Rusia el control de los Santos Lugares de Jerusalén, lo que propicia el consiguiente auge de los cristianos ortodoxos. Y de nuevo, los siglos XVII y XVIII conocieron la entrada de población judía. Ante la descomposición del Imperio Otomano, Napoleón en 1799 -al fracasar en sus intentos de actuar sobre las Indias contra los ingleses-, pretende tomar San Juan de Acre, pero también fracasa en su empresa. En 1800 residían en Palestina 10.000 judíos, 25.000 cristianos y 250.000 musulmanes”.
            (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, p. 34-35, relato n. 15)

domingo, 4 de febrero de 2024

Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 4 al 10 de febrero 2024
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El conocer, vivir y enseñar el valor de la verdad
     La verdad posee en sí misma una fuerza unificante: libera a los
hombres del aislamiento y de las oposiciones en las que se encuentran
encerrados por la ignorancia de la verdad, y, mientras abre el camino
hacia Dios, une los unos con los otros.
 (Congregación para la Doctrina de la fe, I, 3)
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                  Tiempo Ordinario, ciclo B – año Impar
Día 04. DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO.
San Andrés Corsini, obispo y confesor, siglo XIV
Catecismo. Razón de ser de la Liturgia, n. 1066-1068

Día 05. lunes. Santa Águeda, virgen y mártir, siglo III
Cat. Significación de la palabra “Liturgia” n. 1069-1070

Día 06. martes. San Pablo Miki y compañeros mártires, siglo XVI
Cat. La liturgia, fuente de Vida, n. 1071-1075

Día 07. Miércoles de la V semana.
San Lucas el Joven, eremita, siglo X
Cat. La liturgia, obra de la Santísima Trinidad, n. 1077-1083

Día 08. jueves de la V semana.
San Jerónimo Emiliano, siglo XV
Cat. Cristo glorificado, n. 1084-1085

Día 09. Viernes de la V semana.
San Pedro de Dama, sacerdote, siglo VIII
Cat. Está presente en la liturgia terrena, n. 1088-1090


Día 10. sábado. Santa Escolástica, hermana de S. Benito, virgen, siglo VI
Cat. Sacramentos de Cristo, n. 1113-1116
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-PREPARACIÓN PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
SANTA MISA:
el altar como umbral. capítulo 6
-HISTORIA DE PALESTINA, relato n. 14
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jueves, 1 de febrero de 2024

HISTORIA DE PALESTINA
Período Bizantino (325 – 636) 

      San Hilario, en Gaza (291), inicia las lauras, que luego se extenderán por los alrededores de Jerusalén, desierto de Judea y Belén. San Caritón (350) es el fundador, en Ain Fara, de la vida anacoreta en el desierto de Judea, que posteriormente san Eutimio, san Teodosio y san Sabas llenaron con sus lauras, algunas de la cuales han llegado a nuestros días.

      Todo ello crea un clima nuevo y una situación social de los que no es fácil eximirse; a lo que hay que añadir cómo se deja sentir además la influencia de sucesivos emperadores. Juliano el Apóstata, Teodosio el Gran (378-395), Eudoxia, Justiniano (527.565), intervienen directamente en la marcha del cristianismo en Palestina. Pero además es tiempo de dinámica y fervorosa afluencia de peregrinos, algunos de los cuales nos han dejado información inapreciable sobre la vida cristiana en Israel: el viajero de Burdeos (333) y la peregrina española Egeria (381-384) son ejemplos sobresalientes de dicho renacimiento.

      Los incontables hallazgos arqueológicos de iglesias bizantina pertenecientes a los siglos IV, V y VI, dan muestra asimismo de la pujanza que llegó a alcanzar el cristianismo en Tierra Santa. Nadie hubiera podido prever entonces que al final de tan interesante período, los persas, año 614, dirigidos por Cosroes II, invadirían Tierra Santa sembrando la destrucción, la desolación más despiadada y la muerte.

Período Árabe (636 – 1099)

      Siendo Patriarca san Sofronio, el califa Omar toma Jerusalén. Hay que reconocer que respetó, sin embargo, la administración bizantina, hasta el punto que a judíos y cristianos se les consideró “ciudadanos protegidos”. Se sucedieron Omeyas, Abásidas y Fatimitas. Pero con la subida al poder de Al-Hakem en el 1099, la rigurosa persecución de judíos y cristianos y sobre todo la profanación y destrucción del Santo Sepulcro, levantaron en Europa un clamor que daría lugar a las Cruzadas.

             (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, p. 33-34, relato n. 14)