lunes, 30 de octubre de 2023

PROFESAR Y VIVIR EN LA VERDAD

“Si vosotros permanecéis en mi palabra, sois en verdad discípulos
míos, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (San Juan 8,31-32)

Parece que se quiere imponer la mentira, el engaño como argumento de seguridad y seriedad, también recabando a su vez confianza. Argumento al menos, utilizando por parte de algunos políticos, lo que sin duda produce una enorme falta de respeto y desorientación. En ocasiones como un adoctrinamiento. Ni en la familia ni en los medios se puede utilizar este confuso lenguaje, degradando a la sociedad y carencia de moralidad.

Nuestros orígenes y civilización, y cómo Occidente fue cimentada en una fe y una cultura cristiana, que ha venido dando un gran testimonio de veracidad en su modo de vivir y comportarse, no se puede perder esta seguridad falseando la verdad. Desde Grecia, Roma, con respetables filósofos y sabios, también de reyes y emperadores, siempre han prestado un gran respeto por la defensa de la verdad. Cercanos a nosotros, Cervantes, Pío Baroja, Julián Marías, etc. mártires y santos, con qué respecto han vivido y escrito sobre la verdad. Cómo envilece la mentira.

Un día Jesucristo, hablando con los judíos les dijo: “Vosotros tenéis por padre al diablo y queréis cumplir las apetencias de vuestro padre; él es homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla la mentira, de lo suyo habla, porque es mentiroso y el padre de la mentira” (San Juan, 8,44). Parece está claro el origen de la mentira y el mantenerla.

Satanás es el "padre de las mentiras" ya que él es el primer mentiroso. Él es el "padre" de las mentiras, así como Martín Lutero es el "padre" de la Reforma y Robert Goddard es el "padre" de los cohetes modernos. Satanás le dijo la primera mentira de la historia a Eva, en el Jardín del Edén. Después de plantar semillas de duda en la mente de Eva con una pregunta (Génesis 3,1), contradice directamente la Palabra de Dios diciéndole, "No moriréis" (Génesis 3, 4-6). Con esa mentira, Satanás condujo a Eva a la muerte; Adán la siguió, y así lo hemos hecho todos. (Got Questions, Preguntas Bíblicas de Actualidad)

Como asegurando el valor de la verdad, vamos al Evangelio de san Juan (14, 5-6) y “Tomás le dijo: Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino? Yo soy el camino, la verdad y la vida -le respondió Jesús- “. Qué seguridad echando mano de la buena doctrina.

Si un poste en el camino no indica a dónde se va, difícilmente cubriré la ruta; si indica una ruta y una distancia y no es verdad, desorienta y es evidente que no facilita la vida; confusión, pérdida de tiempo. Nos está mintiendo. Jugar con el lenguaje o la noticia, falsearla, es evidente que trata de confundir, una clara falta de caridad, es lo que se suele llamar “hacer una faena”

                 Breve definiciones en el Diccionario
Verdad. Lo que es realmente, realidad. Conformidad o adecuación de lo que se piensa, siente y quiere con lo que realmente es.

Mentira. Expresión contraria a la verdad: la que se dice para agradar; vulgarmente, trola, bulo, embuste para obtener un beneficio.

domingo, 29 de octubre de 2023

 Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 29 de octubre al 4 de noviembre 2023
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Conmemoración de todos los fieles difuntos    
      La santa Madre Iglesia, después de su solicitud para
celebrar con las debidas alabanzas la dicha de todos sus hijos
bienaventurados en el cielo, se interesa ante el Señor en favor
de las almas de cuantos nos precedieron con el signo de la fe
y duermen en la esperanza de la resurrección, y por todos los
difuntos desde el principio del mundo, cuya fe solo Dios
conoce, para que, purificados de toda mancha de pecado
y asociados a los ciudadanos celestes, puedan gozar de la
visión de la felicidad eterna.       (Elogio del Martirologio Romano))  
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                    Tiempo Ordinario
Día 29. DOMINGO XXX.
San Narciso de Jerusalén, obispo, siglo I
Catecismo. La Iglesia es la Esposa de Cristo, nº 796
 
Día 30. lunes de la semana XXX.
San Marcelo, mártir, Hispania, siglo III-IV
Cat. La Iglesia, Templo del Espíritu Santo, nº 797-798
 
Día 31. martes de la semana XXX.
San Quintín, misionero, mártir, siglo III
Cat. La Iglesia es católica, nº 830-831
 
Día 01. miércoles, TODOS LOS SANTOS, solemnidad
Cat. La comunión entre la Iglesia del Cielo y
la de la Tierra, nº 954-959
 
Día 02. jueves, CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS
FIELES DIFUNTOS.
Cat. El sentido de la muerte cristiana, nº 1010-1014
 
Día 03. viernes de la semana XXX.
San Martín de Porres, religioso dominico, 1579-1639
Cat. Quién pertenece a la Iglesia católica, nº 836-838
 
Día 04. sábado, San Carlos Borromeo, cardenal y obispo
de Milán, siglo XVI
Cat. La Iglesia y los no cristianos, nº 839-845
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-TIERRA SANTA
  Condicionamientos político, social y económico.  Relato n. 4
-Una entrevista al Cardenal Müller
   ambas en Páginas divulgación
blog, Buena Pista,  https://ramonbertrand.blogspot.com

viernes, 27 de octubre de 2023

TIERRA SANTA
Condicionamientos políticos, social y económico

Político

      Palestina deja de ser un país independiente al ocuparla Pompeyo en el 63 a.C., y queda anexionada a la provincia romana de Siria. El estado asmoneo quedaba liquidado, aunque la familia asmonea pervivía aún en la continuidad del Sumo Sacerdote Hircano. Su autoridad se redujo a las cuestiones y práctica religiosas, desde el año 57, en que Pompeyo le quita el título de rey y Gabinio retiene para sí el poder político.

 

      Seguirán años de constante tensión entre los sucesores de Hircano y los gobernadores de Siria. En el 54, Licinio Craso despoja el Templo de Jerusalén de sus tesoros y objetos de arte. Julio César, en el año 47, concede a Hircano y a sus descendientes el título de “aliados” de Roma, y a la comunidad religiosa de Jerusalén la facultad de jurisdicción sobre sus propios asuntos. A la vez, a Antípatro, padre de Herodes el Grande, se le elimina por su intervención en una conjura en que participa también Hircano. Pero cambia radicalmente el panorama con el asesinato de Julio César en el 44, al convertirse Casio Longino en gobernador de la provincia de Siria (44-42), quien muy pronto se haría impopular por la exploración de sus súbditos.

 

      En el 42, los asesinos de César fueron derrotados en la batalla de Filipos por Marco Antonio y Augusto. El gobierno de Oriente pasa entonces a manos de Marco Antonio, de quien el hábil Herodes el Grande sabrá ganarse la amistad. Pero le surge un contrincante en Antígono, quien se proclama rey de Judea con la ayuda de los partos (40-37). Herodes, dejando su familia en Masad, acude a Roma con el objetivo de inclinar a su favor al emperador Augusto. Era fácil lograrlo, porque Roma no veía con buenos ojos que Antígono reinara con el apoyo de los partos. Así es como el año 40, el Senado nombra monarca a Herodes, quien procede de inmediato a conquistar Palestina. Siguen años de éxito militar, y en el 37, mientras el gobernador Sosio toma Jerusalén, Herodes puede hacerse cargo del reino. Antígono fue ejecutado en Antioquía.

 

      El reinado de Herodes el Grande, bien conocido gracias a su historiador Nicolás de Damasco, se extiende del 37 al 4 a.C. Como fue un fiel “monarca aliado”, dependiente siempre del gobernador de Siria, en el año 30, Octavio le entrega todos los territorios palestinos, a excepción de las ciudades de la Decápolis romana, con lo que llega a tener un reino tan grande como el del rey David.

 

      Herodes emprende entonces la construcción de grandes obras: antigua ciudad de Samaría con el nombre Augusto (Sebaste), Cesarea Marítima con su puerto y templo en honor del emperador. En Jerusalén: el palacio real, el Templo y ensanche de su explanada, la Torre Antonia, en el ángulo del noroeste del Templo, y las murallas de la ciudad. En Hebrón, el edificio sobre las tumbas de los Patriarcas y el santuario de Mambré. Para su seguridad, una serie de fortalezas: Masada, en la orilla occidental del mar Muerto, frente a la península de Lisán; el castillo reformado de Maqueronte; el Herodión, para su propia sepultura, cerca de Belén; el palacio de invierno en Jericó, y castillo con el nombre de su madre “Kipros”, en las alturas del lugar. El año 4 a.C. murió en Jericó, haciéndose enterrar con gran pompa en el Herodión. A su muerte, los romanos distribuyen el reino entre sus hijos: Arquelao, nombrado Etnarca, recibió Judea, Idumea, Samaría; Antipas y Filipe, como Tetrarcas, reciben el primero Galilea y Perea. Y el segundo Traconítide, Batanea, Auranítide e Iturea; Salomé, hermana de Herodes, las ciudades de Asdod y Jamnia, y los palacios de Ascalón y de Fasaelis  

               (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, p. 18-21, relato n. 4)

 

 

lunes, 23 de octubre de 2023

 Una entrevista del cardenal Müller

Ernesto Juliá. El Cardenal Gerhard Ludwig Müller en el Casino de Madrid
Publicado Religión Confidencial, 23 de octubre de 2023

      La entrevista es de hace ya algo más de un mes, pero en verdad, y por tratarse del tema del Sínodo que se está celebrando en Roma, sigue teniendo actualidad.
      El cardenal suele hablar con mucha claridad acerca de los problemas que se plantean hoy en la labor de la Iglesia. Y en este caso su franqueza y claridad son meridianas.
      En la respuesta a una pregunta sobre la presencia entre los participantes al Sínodo de fieles laicos, hombres y mujeres, y religiosos, no obispos, con derecho a voto, y al mismo nivel que los obispos, no deja lugar a dudas sobre la naturaleza de esa reunión. Dice:

P-Hay algunas voces que han criticado la presencia de laicos en esta Asamblea sinodal ¿A usted que le parece?

R-Los obispos participan en su cargo ejerciendo la responsabilidad colegiada sobre toda la Iglesia junto con el Papa. Si los laicos participan en él con derecho a voto, entonces ya no se trata de un sínodo de obispos o una conferencia eclesiástica que no tiene la autoridad docente apostólica del colegio episcopal.

Tengo la impresión de que en la versión castellana que han publicado las redes, las dos últimas líneas pueden llamar a engaño. Yo las dejaría así para expresar con toda nitidez el pensamiento del cardenal.

voto, entonces ya no se trata de un sínodo de obispos, sino que es una conferencia eclesiástica que no tiene la autoridad docente apostólica del colegio episcopal.

En diferentes ambientes, y también en Roma, siempre se ha afirmado que el sínodo no se puede parangonar con un parlamento o con una asamblea democrática, etc. La realidad, sin embargo, da pie a dudar de esa afirmación, y abre la posibilidad de pensar que es una reunión que no tiene nada que ver con los Sínodos de Obispos que se han celebrado en la Iglesia a lo largo de los dos mil años de existencia.

Algunas de las 15 preguntas que se han entregado a los padres sinodales, hombres y mujeres, para que den su opinión sobre ellas, invitan a pensar de esa manera.

La pregunta n. 10 dice así: ¿Cómo renovar y promover el ministerio del obispo en una perspectiva sinodal misionera?

¿Qué saben los laicos del ministerio episcopal, de sus exigencias y de la gracia sacramental que asiste a un Obispo en sus funciones?

Y no digamos la n. 3: ¿Cómo puede crecer una relación dinámica de intercambio de dones entre las Iglesias?

¿Qué sentido tiene, en ese contexto, la palabra Iglesia? ¿Se refiere a las Iglesias locales, particulares, las Diócesis; o se está pensando en otras iglesias que no sean la Iglesia Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana?

En cualquiera de los dos posibles sentidos, ¿qué puede decir un laico, un religioso, hombre o mujer, que pueda ayudar verdaderamente a los Obispos?

      El cardenal Müller termina su respuesta a la pregunta ya recogida, con estas palabras:

“Cada vez que los efectos populistas inclinan la balanza hacia decisiones tan espontáneas, se oscurece la naturaleza sacramental de la Iglesia y su misión, incluso si posteriormente se intenta justificarla con el sacerdocio común de todos los creyentes y se intenta nivelar la diferencia en esencia con respecto al sacerdocio de ordenación sacramental (cfr. Lumen Gentium 10)”.

Para dejar claro el sentido de estas líneas, incluyo la cita del párrafo final de esa Constitución del Concilio Vaticano II.

“El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque diferentes esencialmente y no sólo en grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues ambos participan a su manera del único sacerdocio de Cristo [16]. El sacerdocio ministerial, por la potestad sagrada de que goza, forma y dirige el pueblo sacerdotal, confecciona el sacrificio eucarístico en la persona de Cristo y lo ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios. Los fieles, en cambio, en virtud de su sacerdocio regio, concurren a la ofrenda de la Eucaristía [17] y lo ejercen en la recepción de los sacramentos, en la oración y acción de gracias, mediante el testimonio de una vida santa, en la abnegación y caridad operante”.

Teniendo en cuenta el cambio en la composición de los Sínodos que señala el cardenal, sería muy de agradecer que se definiera con toda claridad, que se entiende por “Iglesia sinodal”. Mientras, todos los creyentes en la Iglesia Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana, seguimos rezando por los trabajos del Sínodo.

 

domingo, 22 de octubre de 2023

 Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 22 al 28 de octubre 2023
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Empeño de cuidar el Santo Rosario              
      Como en otros tiempos, ha de ser hoy el Rosario arma
poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar
a todas las almas. Ensalza con tu lengua a Santa María: reparación
te pide el Señor, y alabanzas de tu boca. Ojalá sepas y quieras
tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta
admirable devoción mariana y con tu caridad vigilante
                (Josemaría Escrivá de Balaguer, Santo Rosario, Roma, octubre de 1968))  
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                    Tiempo Ordinario
Día 22. DOMINGO XXIX.
San Juan Pablo II, Papa
Catecismo, El Misterio de la Iglesia, n. 770-771
 
Día 23. lunes de la semana XXIX.
San Juan Capistrano, presbítero franciscano, 1386-1456
Cat. La Iglesia, Misterio de unión de los hombres con Dios, n. 772-773
 
Día 24. martes de la semana XXIX.
San Antonio María Claret, Obispo y Fundador, siglo XIX
Cat. La Iglesia, sacramento universal de la salvación, n. 774-776
 
Día 25. miércoles de la semana XXIX.
Santos Crispín y Crispiniano, mártires, siglo III
Cat. La Iglesia, pueblo de Dios, n. 781-785
 
Día 26. jueves de la semana XXIX.
San Evaristo, Papa y mártir, siglo I
Cat. La Iglesia, Cuerpo de Cristo, n. 787-791
 
Día 27. viernes de la semana XXIX.
Santos Vicente, Sabina y Cristeta (hermanos), mártires siglo III
Cat. Cristo, Cabeza de este Cuerpo, 792.795
 
Día 28. sábado, Santos Simón y Judas Tadeo, Apóstoles, fiesta
Cat. Desde la Iglesia de los Apóstoles, n. 1086-1087
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-TIERRA SANTA. Saduceos, Fariseos, Zelotas, Esenios. Relato n. 3
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viernes, 20 de octubre de 2023

TIERRA SANTA
Saduceos, Fariseos, Zelotas, Esenios

La Tierra Santa sigue siendo todavía hoy meta de peregrinación del pueblo cristiano, como gesto de oración y penitencia, como atestiguan ya en la antigüedad autores como san Jerónimo. Cuanto más dirigimos la mirada y el corazón a la Jerusalén terrenal, más se inflama en nosotros tanto el deseo de la Jerusalén celestial, verdadera meta de toda peregrinación, como la pasión de que el nombre de Jesús, el único que puede salvar, sea reconocido por todos (cfr. Hechos 4,12).

 

Zelotas, zelotes o cananeos, eran un ala de los fariseos y no reconocían otros jefe y maestro que Dios. Nacidos contra la opresión romana, rechazaban la pasividad de los fariseos y proponían la acción decidida y audaz como única solución. No dudaron por eso en rebelarse en repetidas ocasiones. Se les llegó a conocer por sicarios o asesinos, y su exaltación jugó un papel decisivo en la Gran Revuelta, porque sus acciones, básicamente religiosas, se confundían con la agitación política.

 

Esenios, “dentro de la ortodoxia judía, constituyeron una asociación de pietistas escrupulosos que encarnan la Torá en una regla de vida, una disciplina, prácticas rituales ajenas a la tradición yavista normal, y que introducen el espíritu, a pesar de las representaciones de una gnosis cosmológica, en el cuerpo de la religión nacional. Suponen por todo ello un reflorecimiento de vida religiosa dentro de la vieja tierra judía” (C. Guigneberet, El mundo judío, p. 214)

 

En realidad, no existe aún una información completa y veraz sobre los mismos, por más que los documentos de Qumrán hay aportado no poca luz sobre sus vivencias comunitarias.

 

Su fidelidad a la Torá, su disciplina de vida, su credo y su piedad en las sinagogas, y la instrucción que impartían a sus fieles, les ganó, además de consideraciones, una notable influencia.

 

Digamos que los herodianos aparecen dos veces en el Nuevo Testamento (Marcos 3,6 y Mateo 22,16). Siempre conjuntamente con los fariseos y ambos como enemigos de Jesús. No deben identificarse con una secta judaica que habría considerado a Herodes el Grande como el Mesías. En el fondo se trataba de un grupo de partidarios de la dinastía de Herodes. Jesús les resultada también molesto.

 

Justino y Hegesipo, en el siglo II, se ocuparon además de otras sectas, no menos de siete, a las que hay que añadir las masas populares. “gentes de la tierra”, despreocupadas de la práctica religiosa y los “anawim” (los pobres), junto al judaísmo oficial y las tendencias ortodoxas, que ajenos al espíritu de la escuela farisaica, eran pietistas ardientes, más inclinados a la confianza en Yavé que al mero temor.

 

Es importante recordar el judaísmo de la Diáspora o dispersión, que nace con la deportación a Babilonia y que se extiende por todas las provincias del Imperio romano, cuya cultura introdujeron en el judaísmo cierto condicionamientos: una helenización debida a la filosofía y categorías griegas; un espíritu sincretista que dio nacimiento a varias sectas y favoreció la gnosis judía.

      La vida de la diáspora les hizo olvidar su propia lengua y aprender el griego. La versión de los “Setenta”, primera traslación al griego del Antiguo Testamento, que se remonta al tiempo de Tolomeo II Filadelfo (285-246 a. C.), tuvo una gran influencia en la literatura religiosa de los gentiles, próxima ya al nacimiento del cristianismo.

      Un ejemplo clave del judío de la diáspora es Filón de Alejandría (30 a.C – 54 d.C.)

Por su asimilación de la filosofía griega aplicada a la reflexión teológica, método que imitan algos Santos Padres.

 

      (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, p. 17-18, relato n. 3)

domingo, 15 de octubre de 2023

 Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 15 al 21 de octubre 2023
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Trabajar por la libertad personal         
      Sólo podemos llamar libre moralmente a quien hace el uso
adecuado de la libertad interior. Moralmente libre sólo lo es aquel
en que el yo que responde a los valores ha conseguido alcanzar la
victoria sobre la soberbia y la codicia, se deja llevar solamente
por el ritmo de los valores.  
           (Dietrich von Hildebrand, Nuestra transformación en Cristo, p. 308))  
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                    Tiempo Ordinario
Día 15. DOMINGO XXVIII.
Santa Teresa de Jesús, fundadora y doctora de la Iglesia, siglo XVI
Catecismo. Consecuencias de la fe en el Dios único, n. 222-227
 
Día 16. lunes de la semana XXVIII.
Santa Margarita María de Alacoque, Orden de la Visitación, siglo XVII
Cat. “Quiero ver a Dios”, n. 2548-2550
 
Día 17. martes. San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, siglo I
Cat. “Creo en la Santa Iglesia Católica”, n. 748-750
 
Día 18. miércoles. San Lucas, evangelista, siglo I
Cat. El Nuevo Testamento, n. 124-127
 
Día 19. jueves de la semana XXVIII.
San Pedro de Alcántara, Reformador franciscano, siglo XVI
Cat. Los nombres y las imágenes de la Iglesia, n. 751-752
 
Día 20. viernes de la semana XXVIIII.
San Cornelio, Centurión (Cesárea, Palestina) siglo I
Cat. Los símbolos de la Iglesia, n. 753-757
 
Día 21. sábado de la semana XXVIII.
Santa Úrsula y compañeras mártires, siglo IV
Cate. Origen, fundación y misión de la Iglesia, n. 758-762
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-TIERRA SANTA. Saduceos, Fariseos, Zelotas, Esenios. Relato n. 2
-Vidas ejemplares (16) San Clemente Romano
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jueves, 12 de octubre de 2023

Vidas ejemplares (16) San Clemente Romano
“Seamos una porción santa… practiquemos todo lo que exige la santidad”
(Carta a los Corintios, 30,1) 

Obispo de Roma en los últimos años del siglo I. San Clemente explica claramente la doctrina de la sucesión apostólica, subrayando que la Iglesia tiene una estructura sacramental, y no una estructura política, que garantiza que la Iglesia es don de Dios y no creación nuestra.

 

Según S. Ireneo, al que debemos la lista más antigua de obispos de Roma, y tal como se recogió mucho más tarde en el Canon Romano de la Misa, es el tercer sucesor de S. Pedro: Lino, Cleto, Clemente; quizás conoció a S. Pedro y a S. Pablo. Parece que era de origen judío.

 

Sólo nos ha llegado es escrito suyo, la Epístola a los Corintios. Por los datos que ella misma nos da referentes a una segunda persecución, que sería la de Domiciano, parece que fue escrita poco antes del año 96. Era tan apreciada que aún en los tiempos de Eusebio de Cesarea, según él nos dice, se seguía leyendo en las reuniones litúrgicas de algunas iglesias; de hecho, aunque la carta obedece a unas circunstancias determinadas, está escrita de manera que tenga un valor permanente y pueda ser leída ante la asamblea de los fieles.

 

El suceso que la motivó es muy interesante en sí mismo. En Corinto, la comunidad había depuesto a los presbíteros, y el obispo de Roma, al parecer sin ser solicitado, interviene para corregir el abuso, con unas expresiones que parecen ir más allá de  la normal solicitud de unas iglesias por otras y que se comprenden mejor desde la perspectiva del primado de la sede romana: Clemente casi pide perdón por no haber intervenido antes, como si éste fuera un deber suyo.

 

Además, la epístola presenta el testimonio más antiguo que poseemos sobre la doctrina de la sucesión apostólica: Jesucristo, enviado por Dios, envía a su vez a los Apóstoles, y éstos establecen a los obispos y diáconos. Los corintios han hecho mal al deponer la jerarquía y nombrar a otras personas; la raíz de estas discusiones es la envidia, de la que da muchos ejemplos, bíblicos en especial, y Clemente les exhorta a la armonía, de la que también da muchos ejemplos, sacados hasta del orden que se observa en la naturaleza. Incidentalmente, la epístola nos atestigua la estancia de S. Pedro en Roma, la muy probable de S. Pablo en España, el martirio de ambos, y la persecución de Nerón.

 

La resurrección de la carne ocupa también un lugar importante en la epístola. Se distingue además claramente entre laicado y jerarquía, a cuyos miembros llama obispos y diáconos y, a veces, presbíteros, nombre con el que parece englobar a unos y a otros; la función más importante de éstos es la liturgia. Recoge también una oración litúrgica, muy interesante, que termina con una petición en favor de los que detentan el poder civil.  

                       (Enrique Moliné, Los Padres de la Iglesia, tomo I, p. 54-55, Ediciones Palabra)

miércoles, 11 de octubre de 2023

TIERRA SANTA
Saduceos, Fariseos, Zelotas, Esenios

La compleja realidad de la vida religiosa dio origen en la práctica a cuatro tendencias: saduceos, fariseos, zelotas y esenios.

 

Saduceos. Este nombre parece derivar de Sados, sumo sacerdote de quien provenía, desde Salomón, todo el orden sacerdotal.  Constituía este grupo un conjunto de personas que negaban la vida futura y su retribución, porque no creían en la resurrección y la inmortalidad personal. Rechazaban, por eso, la existencia de ángeles y demonios, negaban el poder soberano del destino y la predestinación, porque creían en la libertad de la voluntad humana. Se consideraban los conservadores del espíritu del yavismo auténtico de la Torá, y aunque creían en la promesa mesiánica, desconfiaban de cualquier movimiento mesiánico, que brotara del entusiasmo popular. Su pragmatismo les indujo a acomodarse al régimen establecido, a condición de que la religión fuera respetada; cabe que sus adversarios hayan exagerado un tanto su laxismo.

      Conformaban más un partido que una secta religiosa, y sus miembros se reclutaban entre aristócratas, ricos y sacerdotes.

 

Fariseos -o separados- recibieron el nombre de “hassidim”, los piadosos, por rigor con que cumplían la Ley y la Tradición, que imponían también a los demás. Tenían por una gracia muy singular de Yavé y fuente de gozo el estudio de la Ley y la aceptación de sus cargas. La Haggadá y la Halachá venían a ser para ellos como un desarrollo de la Torá.

 

      Gozaron de gran consideración e influencia en el pueblo por su fidelidad a la Torá; y la crítica que hace de ellos el Evangelio, resultaba extraña a sus contemporáneos. Jesús mismo, en su piedad judía, siguió las líneas fundamentales trazadas por su espiritualidad, aunque no sus formalismos. Veían en el pecado la grave transgresión de la voluntad de Dios, y sólo la responsabilidad individual podría inducir al arrepentimiento y cambio de conducta. A pesar de su legalismo, se manifestaban abiertos a novedades religiosas, lo que les movió a imponer al pueblo reglas que no estaban en la Ley de Moisés, conciliando así el viejo yavismo con las novedades que a su juicio imponían los tiempos.

 

      Entre las creencias, admitían ángeles y demonios, alentaban la esperanza de la resurrección y esperaban el pronto advenimiento del reino de Dios. Mantenían las ilusiones nacionalistas de Israel, resistían a la contaminación cultural y aún religiosa helenística, y consideraban necesaria la independencia política como condición para el mejor cumplimiento de sus contenidos religiosos. Amados de unos, rechazados de otros, ocupan una situación preponderante en tiempo de Jesús. Del fariseísmo salían los mejores escribas, exégetas y juristas, que produjeron posteriormente la obra ingente del Talmud.

        (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, Editor Manuel Celada, relato n. 2)

 

                                             Referencias en los Santos Evangelios

Saduceos: Doctrina: Mateo 3,7; su oposición a Cristo: Mateo 16,1-12; 22,23-33.

 

Fariseos: Características de la secta y su doctrina: Mateo 3,7-9; 9,14-17; Marcos 7,1-3; 9,11-13; su oposición a Jesús: Mateo 9,34; 12,1-14; 12,38-42; 19,1-12; Lucas 15,1-2; Juan 4,1-38,3-11; 13-18; 9,8-34; represión de Jesús: Mateo 12,33-42; 15,1-20; 21,33-46; 23,1-36; Marcos 8,11-21; Lucas 18,9-14; Juan 9,40-41.

domingo, 8 de octubre de 2023

        Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 8  al 14 al de octubre 2023
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 Trato con el Ángel Custodio            
      La vida y la enseñanza de Jesús está poblada de la presencia
ministerial de los ángeles. Gabriel comunica a María que va a ser
Madre del Salvador. Un ángel ilumina y serena el alma de José;
también hay ángeles que anuncian el Nacimiento de Jesús a los
pastores de Belén. La huida a Egipto, las tentaciones del Señor
en el desierto, los sufrimientos de Getsemaní, la Resurrección
y la Ascensión son presenciadas igualmente por estos servidores
de Dios, que, a su vez, velan constantemente por la Iglesia y por
cada uno de sus miembros, como atestiguan los Hechos de los
Apóstoles (5, 19-20; 12, 7-17) y la Tradición primitiva.
                      (Francisco Fernández-Carvajal, Hablar con Dios, tomo IV, p. 721)  
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                    Tiempo Ordinario
Día 08. DOMINGO XXVII.
Catecismo. El respecto de la verdad, n. 2488-2492
 
Día 09. lunes de la semana XXVII.
San Dionisio, primer obispo de París, siglo III
 Cat. El uso de los medios de comunicación social, n. 2493-2499
 
Día 10. martes de la semana XXVII.
Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia, siglo XV
Cat. Verdad, belleza y arte sacro, n. 2500-2503
 
Día 11. miércoles de la semana XXVII.
Santa Soledad Torres Acosta, Fundadora de las Siervas de María, siglo XIX
Cat. El noveno Mandamiento. La purificación del corazón, n. 2514-2519
 
Día 12. jueves. Bienaventurada Virgen María del Pilar, fiesta.
Cat. María, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, n. 963-965
 
Día 13 viernes de la semana XXVII.
San Eduardo III, Rey de Inglaterra, siglo XI
Cat. El combate por la pureza, 2520-2527
 
Día 14. sábado de la semana XXVII.
San Calixto I, Papa, siglo II-III
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Cat. El desorden de la concupiscencia, n. 2534-2540
-        Peregrinación a Tierra Santa, relato n. 1
Inicio de un recorrido que, para unos pendientes de realizar,
para otros, recordar con agrado y reconocimiento.
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miércoles, 4 de octubre de 2023

TIERRA SANTA
Palestina en tiempo de Jesús

“La Religión. Después del exilio de Babilonia tres son los elementos que configuran una época que llega hasta el tiempo de Jesús: el sacerdocio, que hizo del Templo el centro único del culto; la desaparición del profetismo oficial, que representaba la religión espontánea; y el triunfo de los escribas, que concentran la vida en la estricta observancia de la Ley.

La época helenística, con los seléucidas, todas las fuerzas vivas, encabezadas por los Macabeos y seguidas por la clase sacerdotal, lucharán contra la corrupción de las costumbres judías. Durante el período romano contemporáneo de Jesús, con la dinastía de los Herodes, renace la resistencia latente contra los usurpadores de las costumbres culturales y de las creencias judías.

En la vida de Jesús, el pueblo se rige por el Gran Consejo o Sanedrín, compuesto por el Sumo Sacerdote y aristocracia sacerdotal; los ancianos o aristocracia laica y los escribas o doctores de la Ley (Mt 26,57). El Consejo con sus 71 miembros representaba la autoridad espiritual frente al extranjero. Administraba principalmente asuntos religiosos. El Gran Sacerdote, siempre de la descendencia de Aarón, era el jefe verdadero, como el Templo era el verdadero centro de la vida pública y el Santuario de la religión nacional.

El culto del Templo agrupaba a un personal numeroso. Los sacerdotes eran los oficiantes del culto y los levitas tenían que ocuparse en trabajos auxiliares. Unos y otros tenían como acto esencial el sacrificio público, matutino y vespertino, en favor del pueblo. Flavio Josefo estima en Palestina veinticuatro turnos que aseguraban el servicio semanal y anual.

La Torá (instrucción, ley), como recopilación de la legislación mosaica del Pentateuco, era la regla intangible, la norma absoluta de toda vida religiosa. Su aplicación era labor de los escribas o doctores de la Ley, que eran a la vez juristas, canonistas, moralistas, casuistas, según directrices rigoristas o más laxas de las dos escuelas: la de Hillel y la Samai. Aquél consideraba las obligaciones impuestas por la Ley, acentuando el amor al prójimo y la conciliación, mientras que éste insistía en la observancia estricta de la Ley y su valor imperativo. En el Nuevo Testamento se nombra a los escribas con los fariseos como representantes de la tendencia legalista y exclusivista, sin ser una secta ni una escuela (Mc 2,16; Lc 5,30).

La Sinagoga
constituía el centro de la vida religiosa y el punto de contacto entre los escribas y el pueblo; su función era, por tanto, complementaria del templo. Parece que tiene su origen en tiempos de Esdras y Nehemías, cuando al intensificar el estudio de la Ley, hubo que fundar lugares de instrucción religiosa, ya que en ellas el culto giraba entorno a la lectura de la Ley y los Profetas. Plegarias y el canto de los Salmos complementaban el rito. Raro era el pueblo en Palestina que no tuviera su sinagoga. Los sábados y vísperas de las grandes fiestas era el día obligado de reunión en ella. Habitualmente presidía estas reuniones un doctor o rabino, aunque el espíritu democrático consentía la intervención de los asistentes. Jesús y sus apóstoles, por ejemplo, impartieron sus enseñanzas en ellas, e incluso san Pablo aprovechó la existencia de las sinagogas para su apostolado (Lc 4,16; Hch 13,14-16).

Desde que la restauración religiosa hizo de la Ley el centro y el alimento de la vida judía, la sinagoga, con su escuela adjunta, sustituye en parte el culto del Templo. Los judíos eran el pueblo destinatario y heredero de la Ley, de modo que los que la desconocían estaban mal vistos, mientras se tenía en gran aprecio a los que la estudiaban y la practicaban. La Ley en su conjunto, sin el fárrago de adiciones e interpretaciones rabínicas, representaba para los judíos la Palabra de Dios, “el agua que apaga la sed, el pan que da la vida, la cepa de frutos exquisitos; era la que guardaba los tesoros de la sabiduría y de la ciencia” (Lyonnet, La vida según el espíritu)”.

        (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, Editor Manuel Celada, relato n. 1)

domingo, 1 de octubre de 2023

 Repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico, del 1 al  7 de octubre 2023
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Santo Rosario          
      El Rosario es mi oración predilecta […]. Con el trasfondo de las
Avemarías pasan ante los ojos del alma los episodios principales
de la vida de Jesucristo. El Rosario en su conjunto consta de los
misterios gozosos, dolorosos y gloriosos, y nos ponen en comunión
vital con Jesucristo a través -se puede decir- del Corazón de su Madre.
Al mismo tiempo, nuestro corazón puede incluir en estas decenas del
Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo, la familia,
la nación, la Iglesia y la humanidad.  Experiencias personales o del
prójimo, sobre todo de las personas más cercanas o que llevamos más
en el corazón. De este modo, la sencilla plegaria del Rosario sintoniza
con el ritmo de la vida humana.   (Juan Pablo II, Alocución, 29 de octubre 1978))  
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                    Tiempo Ordinario
Día 01. DOMINGO XXVI.
Santa Teresa del Niño Jesús, carmelita, siglo XIX
Catecismo. La doctrina social de la Iglesia, n. 2419-2425
 
Día 02. lunes, Santos Ángeles Custodios
Cat. La actividad económica y la justicia social (I) n. 2426-2432
 
Día 03. martes de la semana XXVI.
San Francisco de Borja, presbítero jesuita, siglo XVI
Cat. La actividad económica y la justicia social (II) n. 2433-2436
 
Día 04. miércoles, San Francisco de Asís,
Fundador de la Orden de los Franciscanos, siglo XII
Cat. Justicia y solidaridad entre las naciones, n. 2437-2442
 
Día 05. jueves, Témporas de Acción de Gracias y Petición.
Cat. El amor de los pobres, n. 2443-2449
 
Día 06. viernes de la semana XXVI.
San Bruno, Fundador de los Cartujos, siglo XII
Cat. Vivir en la verdad, n. 2464-2470
 
Día 07. sábado, Bienaventurada Virgen María del Rosario.
Cat. Las ofensas a la verdad, n. 2475-2487
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-NUESTRA VIDA PRECISA LA ASISTENCIA Y
PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO, capítulo 5, último
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