domingo, 26 de julio de 2020


Propuesta de repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico. Del 26 de julio al 1 de agosto  de 2020
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El Sacramento del Bautismo
    El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios… lo llamamos don,gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de generación,sello y todo lo más precioso que hay. Don porque es conferido a los que no aportan nada, gracia, porque, es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura,porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios.  
                  (San Gregorio Nacianceno, Or. 40, 3-4)
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Día  26.  DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO.  Ciclo A, año Par
                San Joaquín y Santa Ana, Abuelos del Señor, siglo I
                Necesidad de una humilde vigilancia, nº 2729-2733
        
Día  27.  Lunes de la XVII semana del Tiempo Ordinario.
               Sana Natalia, mártir, siglo IX
               La confianza filial, nº 2734-2737

Día  28.  Martes de la XVII semana del Tiempo Ordinario.
                San Nazario y San Celso, mártires, siglo I
                La oración es eficaz, nº 2738-2741

Día  29.  Miércoles. Santa Marta, hermana de Lázaro y María, siglo I
                Perseverar en el amor, nº 2742-2745

Día  30.  Jueves de la XVII semana del Tiempo Ordinario.
                San Pedro Crisólogo, doctor de la Iglesia, años 380-450
                La oración de la Hora de Jesús, nº 2746-2751

Día  31.  Viernes. San Ignacio de Loyola, Fundador de la Compañía de Jesús, 1491-1556
               La oración del Señor: “Padre nuestro”, nº 2759-2760

Día   1.   San Alfonso María de Ligorio, Fundador, obispo y doctor de la Iglesia, siglo XVIII
               Corazón de las Sagradas Escrituras, nº 2761-2764
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miércoles, 22 de julio de 2020


CRISTIANOS EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI

Es el título de un libro que acaba de publicarse. Se trata, de un entrevista con Monseñor Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, que le hace Paula Hermida, publicado por Ediciones Cristiandad.

He comenzado a leerlo y me ha parecido de interés, seleccionar algunas de las respuestas, que trataré de reseñar en dos o tres ocasiones. Hoy va la primera:

     Cada  tiempo tiene sus peculiaridades, sus luces y sus sombras. Analizar un momento histórico poniendo el énfasis en lo que no va, no sería justo. No podemos olvidar que, sin ignorar los problemas propios de cada época, Dios es el Señor de la Historia. Es Él quien nos ha dado este mundo para cuidarlo y dirigirlo a su gloria, nos lo ha dejado en herencia y cuenta con nuestro esfuerzo para hacerlo cada día mejor. (página 25)

    Cada uno, desde su lugar y situación en el mundo, puede adoptar estilos de vida que reflejen una auténtica pobreza cristiana, que no se construyan sobre una comodidad egoísta, sino sobre un compromiso responsable con los demás. Puede que no sean grandes decisiones, pero de pequeñas acciones está construida también la historia humana. P0r eso, es urgente que cada uno tenga una actitud constante de agrandar el corazón, para que entren en él todas las preocupaciones, necesidades y sufrimientos de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. 
( p. 27)

     Cada día hay más personas que, por distintos motivos, se deciden por una vida templada, por una vida que prescinde de lo superfluo. Muchas veces ni siquiera habían escuchado hablar de las virtudes de la sobriedad o de la templanza, muchos menos de la felicidad que estas nos procuran. Por ejemplo vivir desprendido de las cosas materiales da al alma una gran libertad y permite al corazón estar donde importa. No se trata de despreciar los bienes materiales. La virtud cristiana de la pobreza, que lleva a usar de los bienes materiales en cuento son necesarios y en su justa medida, tiene su fundamento en el amor, nos ayuda a ser libres para amar.  (P. 28)

     El corazón, la razón y la voluntad han de trabajar juntos. Cuando el sentimiento no tiene raíces y es un “puro sentimiento” no dirigido al amor, fácilmente cambia, y puede llevar nuestra vida de aquí para allá, haciéndonos sufrir en cada desgarro. (p. 29)   
      
     A veces nos juzgamos a nosotros mismos como parámetros que no son los más saludables, consideramos desamado importante cosas que tal vez no lo son tanto. Ciertamente, abrirse a Dios y a los demás y reconocer la propia  necesidad puede ser todo un desafío. Pero si empezamos por descubrir a Cristo ahí, sabremos también compartir con los demás el consuelo que encontramos en esa ayuda sincera.  (p. 31)

     Educar a los hijos en la libertad de espíritu requiere un gran empeño. A cualquier padre o madre puede producirle cierta inquietud el uso de la libertad que hagan sus hijos, porque desean su bien en todo. Hay quienes, hablando a los padres, recuerdan que lo importante es preparar a los hijos para el camino, y no el camino para los hijos. Es un buen consejo. (p. 33)


sábado, 18 de julio de 2020

Propuesta de repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico. Del 19 al 25 de julio  de 2020
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Para recordar
     Y todavía en nuestros días, el alma de Europa permanece unida porque,
además de su origen común, tiene idénticos valores cristianos y humanos,
como son los de la dignidad de la persona humana, del profundo sentimiento de justicia y libertad, de laboriosidad, de espíritu de iniciativa, de amor a la familia, de respeto a la vida, de tolerancia y de deseo de cooperación y de paz, que son notas que la caracterizan. 
                         (Acto Europeo en Santiago, Discurso del Papa Juan Pablo II, 9.XI.1982, nº 2)
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Día  19.  DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO.  Ciclo A, año Par
               San Arsenio, anacoreta, siglo VI
               La oración de acción de gracias, nº 2637-2638

Día  20.  Lunes de la XVI semana del Tiempo Ordinario.
               San Apolinar, obispo y mártir, siglo I
               La oración de alabanza, nº 2639-2643

Día  21.  Martes de la XVI semana del Tiempo Ordinario.
               San Lorenzo de Brindis, presbítero y doctor de la Iglesia, años 1559-1619
               Las fuentes de la oración, nº 2650-2660

Día  22.  Miércoles. Santa María Magdalena, fiesta, siglo I
               El camino de la oración, nº 2663.2669

Día  23.  Jueves. Santa Brígida, religiosa, patrona de Europa, fiesta, siglo XIV
               Una pléyade de testigos, nº 2683-2684

Día  24.  Viernes de la XVI semana del Tiempo Ordinario.
               Santa Cristina, virgen y mártir, siglo III
               Servidores de la oración, nº 2685-2690

Día  25.  Sábado. Santiago, Apóstol, patrono de España, siglo I.
               Los obispos, sucesores de los apóstoles, nº 861-862
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                                          DE  LA  ELECCIÓN

“La primera de las reglas del  arte de pensar creemos que consiste en esta  simple palabra: Elige, o sea, escoge. “Amo mi elección”, dice una divisa de una antigua familia inglesa.  I like my choice. Pero para amar la elección, antes hay que haberla hecho.

“Quienquiera –decía Vauvenargues- que tenga la mente verdaderamente profunda debe tener la fuerza de fijar su pensamiento fugitivo, de retener lo que ha visto bajo su mirada para reflexionar sobre el fondo y llevar a un punto una larga cadena de ideas”. Este esfuerzo no es otro que el pensamiento mismo. No sería difícil demostrar que así se persigue y se logra en nosotros el trabajo constante de la vida, que es clasificación, examen y selección. ¿Qué son los seres humanos sino instrumentos de selección: cómo pueden alimentarse o reproducirse sino por una elección que, siempre instintiva al comienzo, se convertirá cada vez más en tributaria  de su voluntad, y estará hecha cada vz más a su imagen? Y nuestros sentidos, ¿qué son ya, sino aparatos hechos para captar en el concierto infinito de las ondas cósmicas lo que forman los sonidos y los colores, y muchas otras cosas que quizás nos influyen sin llegar hasta el fondo de la conciencia?

Toda elección implica por tanto un juicio. Y esto es ya el pensamiento.

Ésta es la razón (por decirlo de pasada) por la que estos cuadernos de extractos de lecturas que nuestros abuelos guardaban con gusto constituían un método, modesto pero excelente, para aprender a pensar con un poco de ayuda.

Estos cuadernos de elección, eran ya para los adolescentes un medio para conocerse, lo cual no puede nunca realizarse directamente, sino observándose vivir, según su disposición espontánea y sus aptitudes naturales, al anotar sus preferencias. Contaba Chateaubriand en sus Mémoires que Joubert, ese delicioso escritor de comienzos de siglo, Joubert el amigo de las sentencias diáfanas y que hablan al alma a través de la mente, rompía, cuando leía, las páginas que no le gustaban y así tenía una “biblioteca a su medida, compuesta de obras vacías, envueltas en cubiertas demasiado grandes”. No aconsejaría imitarlo; sería impío, y no veo por otro lado ninguna obra que pueda resistir este trato; si no es precisamente el libro mismo de Joubert, que es una pura quintaesencia. Bien pensado, este método destructor presupone que uno será siempre el mismo, y no prevé lo que puede ocurrir: que después de diez años de vida no se amen los mismos pasajes de un libro. Joubert tenía una salud delicada, escribía a lápiz y de una vez. Copiar, sin duda, lo habría fatigado. El ligero esfuerzo que hacía por romper las hojas insípidas, además de satisfacer sus justas cóleras, era una manera inocente de ejercer la venganza del buen gusto, y tenía la ventaja de seleccionar lo mediocre para sólo retener lo mejor”.
                       (Jean Guitton, Nuevo arte de pensar, p. 48-49, Ediciones Encuentro)

miércoles, 15 de julio de 2020


FUNDAMENTOS  DE  FILOSOFIA: Filosofía, fe y teología

“Por su más alta significación, la filosofía limita con la fe y la teología; en sus aspectos menos trascendentes, con las llamadas ciencias particulares y lo que suele denominarse, en un especial sentido, “concepto del universo”.
Son muy frecuentes las confusiones en torno a la cuestión de la fe. Por ello mismo es necesario, ante todo, precisar el sentido del problema; y, por de pronto, justificar y definir el planteamiento. Por ello es menester que comencemos por una idea de la fe, que no haga superflua su comparación con la filosofía. Si la fe consistiera en algo meramente relativo a nuestra actividad sentimental, no habría por qué contraponerla o enfrentarla a la totalidad  de la filosofía; bastaría estudiarla  dentro de ésta, como uno de los puntos de la psicología afectiva. Pero en caso que la fe, aunque produzca  o determine sentimientos, no es formalmente un sentimiento más. La fe concierne, de una manera propia e inmediata, al entendimiento humano. Creer y no creer son actos que sólo la facultad intelectiva puede realizar.
Por eso no significa que el entendimiento verifique el acto de creer sin necesidad de ninguna ayuda y condición. “Creer –dice santo Tomás- es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina imperado por la voluntad, a la que Dios mueve mediante la gracia. Es el entendimiento, no la voluntad, lo que tiene facultad de asentir o de disentir ante cualquier proposición. Pero en el caso de la verdad divina, que se propone como objeto de creencia en tanto que no es evidente, el entendimiento no puede asentir de una manera espontánea, pues de esta manera sólo lo que es evidente despierta o produce nuestro asentimiento. 
El creer es un acto del entendimiento; pero el “querer creer” concierne a la voluntad.
La filosofía se origine en el entendimiento de una manera puramente natural y humana, pues su objeto lo son verdades asequibles a nuestra capacidad intelectiva, sin la mediación de un especial socorro sobrenatural o divino. Por el contrario, la fe requiere, primero, una especial iluminación: el hecho mismo de que sus verdades sean “reveladas” y, además, que Dios mueva mediante la gracia, a la voluntad que se determina a creer. La filosofía se basa, en resolución, sobre la propia razón humana, en tanto que la fe tiene su última y definitiva garantía en la autoridad divina.
Fe y filosofía, por tanto, no pueden encontrarse en la misma persona respecto de una y la misma verdad. Si una verdad es filosóficamente poseída, es, en efecto, algo que la razón aprehende por sus solas fuerzas naturales, lo que no puede ocurrir en el caso de la fe”
(Antonio Millán Puelles, Fundamentos de Filosofía, selección pp. 40-42)



martes, 14 de julio de 2020




Propuesta de repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico. Del 12  al 18  de julio  de 2020
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Las disposiciones personales
    Para que se produzca esa plena eficacia es necesario, sin embargo, que los
fieles se acerquen a la sagrada Liturgia con disposiciones de rectitud de intención,que comprendan bien las palabras y que colaboren con la gracia divina, para no recibirla en vano.  
               (Constitución “Sacrosanctum Concilium, La Sagrada Liturgia, n. 11)
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Día  12.  DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO.  Ciclo A, año par
               Jesús enseña a orar (I) nº 2607-2612

Día  13.  Lunes de la XV semana del Tiempo Ordinario.
               San Enrique, emperador, siglos X-XI
               Jesús enseña a orar (II) nº 2613-2615

Día  14.  Martes de la XV semana del Tiempo Ordinario.
               San Camilo de Lelis, fundador, años 1550-1624
               Jesús escucha la oración, nº 2616

Día  15.  Miércoles. San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia, siglo XIII
               En el Tiempo de la Iglesia, nº 2623-2625

Día  16.  Jueves. Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo.
               La bendición y la adoración, nº 2626-2628

Día  17.  Viernes de la XV semana del Tiempo Ordinario.
               San Alejo, laico, siglo V
               La oración de petición, nº 2629-2633

Día  18.  Sábado de la XV semana del Tiempo Ordinario.
               Santa Marina, virgen y mártir, siglo II
               La oración de intercesión, nº 2634-2636
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domingo, 5 de julio de 2020


Propuesta de repasar y difundir el Catecismo de la Iglesia Católica,
siguiendo el Año litúrgico. Del 5  al 11  de julio  de 2020
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Vida cristiana y apostólica
    Sed profundamente amigos de Jesús y llevad a la familia, a la escuela, al barrio,
el ejemplo de vuestra vida cristiana, límpida y alegre. Sed siempre jóvenes cristianos,
verdaderos testigos de la doctrina de Cristo. Más aún, sed portadores de Cristo en
esta sociedad perturbada, hoy más que nunca necesitada de El. Anunciad a todos
con vuestra vida que sólo Cristo es la verdadera salvación de la humanidad.
                                                         (Juan Pablo II, Homilía, Parroquia san Juan de Letrán, 3.XII.1978)
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Día  5.  DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO, ciclo A, año Par
             San Antonio María Zacarías, sacerdote y fundador, siglo XVI
             Moisés y la oración del mediador, nº 2574-2577

Día  6.  Lunes de la XIV semana del Tiempo Ordinario.
             Santa María Goretti, virgen y mártir, años 1890-1908
             David y la oración del rey, nº 2578-2580

Día  7.  Martes de la XIV semana del Tiempo Ordinario.
             San Fermín, obispo y mártir, siglos III-IV
             Elías, los profetas y la conversión del corazón, nº 2581-2584

Día  8.  Miércoles de la XIV semana del Tiempo Ordinario.
             San Quiliano, obispo y mártir, siglo VII
             Los Salmos, oración de la Asamblea, nº 2585-2589

Día  9.  Jueves de la XIV semana del Tiempo Ordinario.
             San Verónica, siglo I
             Jesús ora (I), nº 2598-2603

Día 10.  Viernes de la XIV semana del Tiempo Ordinario.
              San  Pedro Vincioli, abad, siglo X
              Jesús ora (II), nº 2604-2606

Día  11.  Sábado. San Benito, abad, patrono de Europa, fiesta, años 480-547
              Nada se anteponga a la dedicación a Dios, nº 345-349
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CULTURA, FORMACIÓN, EDUCACIÓN: RETOS POR ALCANZAR

La falta de cultura, de formación, de educación, va incidiendo a gran parte de personas de ambos sexos, de nuestra sociedad, sobre todo, en los más vulnerables, desorientados e incluso, de familias desestructuradas, por caminos, nada acertados para hacerles personas felices, responsables e integrados en la vida familiar y laboral. Éstos, atraídos e influenciados por los nuevos movimientos, progresistas, nuevas generaciones, con  marcados símbolos cuasi revolucionarios, totalmente  ideologizados, que desentonan en la tradicional sociedad, y no parecen facilitar su integración en la familia, en el mundo laboral y elevando el punto de mira, se prestan a compadecerles y por otro lado, parece como imposible su acercamiento para ayudarles.

Uno de los actuales movimientos: LGBT, cuyas siglas desean, quieren representar a: Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero. Es evidente pueden mover a la compasión, por diversos motivos, también  enfermedades en distintos grados psicológicos, etc. se advierte “un mundo” en cada una de las personas y nunca al desprecio o insulto.

En temas de matrimonio, aborto, y movimientos afines, hay bastante desorientación, pues sus postulados no son de izquierdas ni derechas, son temas cívicos, morales, de las sociedades tradicionales y de siempre, que se deberían debatir, ilustrar, con objetividad; bien es verdad, se aprovechan y pretenden sacar partido, instituciones y fundaciones internacionales con fines muy ideologizados; también en algunos gobiernos.

En un reciente libro, titulado Se hace tarde y noche, en el página 198, le formulan una pregunta a su autor, Cardenal de Guinea, Robert Sarah,  relativo al tema que nos ocupa y responde:

“Me gustaría comenzar subrayando que no podemos reducir a una persona a su orientación sexual. Yo prefiero no hablar de los LGBT, sino de personas con conductas o tendencias homosexuales. Son personas tan amadas de Dios como cualquier hombre y cualquier mujer. Durante su Pasión, el Señor derramó su sangre por cada uno de ellos. Tenemos que mostrarles toda nuestra compasión. Como verdaderos pastores, debemos dirigirnos también hacia quienes reivindican con agresividad la legitimidad de su conducta. Son la oveja perdida que hay que ir a buscar lejos, sin calcular riesgos, para devolverla al redil cargándola sobre nuestros hombros. La primera caridad que les debemos es la verdad. Que nadie espere de la Iglesia palabras de aquiescencia. La unión de dos personas del mismo sexo jamás será un matrimonio. Esta afirmación no contiene ningún juicio acerca de estas personas, que siempre serán capaces de dar pruebas de cariño y generosidad, pero nunca podrán pretender vivir lo propio de la conyugalidad: el don de los cuerpos en un amor fecundo”.


viernes, 3 de julio de 2020



                 REFERENCIAS  Y  CITAS  QUE  PUEDEN  ORIENTAR

    El matrimonio no es, para un cristiano, una simple institución social, ni mucho menos un remedio para las debilidades humanas: es una auténtica vocación sobrenatural. Sacramento grande en Cristo y en la Iglesia, dice san Pablo (Col III, 15) y, a la vez e inseparablemente, contrato que un hombre y una mujer hacen para siempre, porque -queramos o no-  el matrimonio instituido por Jesucristo es indisoluble: signo sagrado que santifica, acción de Jesús, que invade el alma de los que se casan y les invita  a seguirle, transformando toda la vida matrimonial en un andar divino en la tierra.    (San Josemaría.  El matrimonio, vocación cristiana)
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      LA  ALEGRÍA  DEL  AMOR  que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. Como han indicado los Padre sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimonio, “el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia”. Como respuesta a ese anhelo “el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia”. (Papa Francisco, Exhort.. apostólica, Amoris Laetitia, nº 1)
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Tratar a María
      De una manera espontánea, natural, surge en nosotros el deseo de tratar a la Madre de Dios, que es también Madre nuestra. De tratarla como se trata a una persona viva: porque sobre Ella no ha triunfado la muerte, sino que está en cuerpo y alma junto a Dios Padre, junto a su Hijo, junto al Espíritu Santo.    (San Josemaría, Por María, hacia Jesús, homilía mes de mayo)
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     Solemnidad de la Ascensión de nuestro Señor Jesucristo, cuando cuarenta días después de la Resurrección fue  elevado al cielo en presencia de los discípulos, sentándose a la derecha del Padre, hasta que venga en su gloria  a juzgar a vivos y muertos.   (Elog. Del Martirologio Romano)
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     El rezo del Rosario y las demás devociones marianas son una pauta para saber hasta qué punto participamos de la lógica de Dios. Y esa piedad sencilla es más necesaria en nuestra vida cuando tenemos mayores motivos para que la soberbia nos despiste.
                                                         (Juan Luis Lorda, Para ser cristiano, p. 280)
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En la fiesta del Corpus Christi
     No comprendo cómo se puede vivir cristianamente sin sentir la necesidad de una amistad constante con Jesús en la Palabra y en el Pan, en la oración y en la Eucaristía. Y entiendo muy bien que, a lo largo de los siglos, las sucesivas generaciones de fieles hayan ido concretando esa piedad eucarística. Unas veces, con prácticas multitudinarias, profesando públicamente su fe; otras, con gestos silenciosos  y callados, en la sacra paz del templo o en la intimidad del corazón.     (San Josemaría, Es Cristo que pasa, p 316)
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