martes, 23 de junio de 2020



SITUACIÓN  DEL  HOMBRE  EN  EL  MUNDO  ACTUAL

“El género humano está viviendo hoy un período nuevo de su historia, en el que cambios profundos y rápidos se extienden progresivamente al universo entero. Provocados por la inteligencia y la actividad creadora del hombre, sobre el mismo hombre repercuten, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre su manera de pensar y de comportarse para con las cosas y para con los hombres. Hasta el punto d que podemos hablar de una verdadera transformación social y cultural, que influye incluso en la vida religiosa.

Como ocurre en toda crisis de crecimiento, esta transformación lleva consigo no pequeñas dificultades. Así, aunque el hombre amplía los límites de su poder, sin embargo, no siempre es capaz de mantenerlo sometido a su servicio. Se esfuerza en penetrar más profundamente en lo más íntimo de su espíritu, pero con frecuencia parece más incierto sobre si mismo. Va descubriendo paulatinamente con mayor claridad las leyes de la vida social, pero acaba dudando de la orientación que se le debe dar.

Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico; y, sin embargo, todavía una enorme parte de los habitantes de la Tierra sufren hambre y necesidad, y son muchedumbre los analfabetos. Jamás tuvieron los hombres como hoy un sentido tan agudo de su libertad, y mientras tanto están surgiendo nuevos estilos de servidumbre social y psíquica. Mientras el mundo siente tan a lo vivo su unidad y la dependencia mutua de los individuos es una ineludible solidaridad, se ve desmembrado gravísimamente por fuerzas antagónicas; pues perduran todavía atroces discordias políticas, sociales, económicas, raciales e ideológicas, e incluso existe el peligro de una guerra que podría destruirlo todo desde los cimientos….

Trastornados por tan complejas circunstancias, muchos de nuestros contemporáneos están incapacitados para discernir acertadamente los valores eternos y, al mismo tiempo, para concertarlos con los nuevos descubrimientos. De ahí que, zarandeados entre la esperanza y la angustia, les atormenta la inquietud, preguntándose sobre la evolución actual del mundo. Y esta evolución del mundo desafía al hombre e incluso le fuerza a tener que dar una respuesta”.

             (Concilio Vaticano II, Constitución Pastoral “Gaudium et spes, nº 4)

No hay comentarios:

Publicar un comentario