sábado, 22 de agosto de 2020



Limitaciones y lamentaciones en nuestra sociedad

Para que algo mejore, requiere, además de buena voluntad, el empeño y tesón de luchar, después de un sincero examen, donde se aprecien las deficiencias y obstáculos que debamos superar. Lamentaciones, mejor, crítica constructiva la que debería  venir aportando soluciones.

Las deficiencias y limitaciones que se vienen advirtiendo en muchos campos; todas las manifestaciones de la vida: la cultura y la economía, el trabajo y el descanso, la vida familiar y la convivencia social, toda ello, implica a gran parte de la sociedad: hombres de estado, políticos, educadores, padres de familia, medios de comunicación (periodistas), etc. todos aquellos llamados a educar y formar. Todos ellos, en primer lugar, deben aportar además de su experiencia y profesionalidad, la aportación moral de la persona, imprescindible ir por delante, con su comportamiento ejemplar, coherente.

Hoy está muy  presente, la  posverdad,  falta de educación, el mal ejemplo, no hablar por compromiso, etc. y a menudo: lo políticamente correcto .          
 “La post-truth se nutre básicamente de las llamadas fake news, falsedades difundidas a propósito para desinformar a la ciudadanía con el designio de obtener réditos económicos o políticos. Eso es lo que con una precisión y economía lingüística admirables nuestra lengua denomina bulo: Noticia falsa propalada con algún fin”, según reza el diccionario”. 
                                                                                                             (Darío Villanueva, Nueva Revista, nº 174, p.8)

Si de veras se desea educar y formar, requiere el buen comportamiento personal y hablar, no cabe ser mudo, ni por timidez, ni comodidad ni hipocresía. (Libro de Surco nº 308): No se puede separar la religión de la vida, ni  en el pensamiento, ni en la realidad cotidiana. Hay una profecía en la Sagrada Escritura, del profeta Ezequiel, quizá referidas a los pastores: obispos y sacerdotes. También pueden ser extensivas a todos los citados anteriormente:

“Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza diciéndoles: “¡Pastores!, esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas lo que tienen que apacentar los pastores?... No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas y maltratáis brutalmente a las fuertes. Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del campo… Así dice el Señor: Me voy a enfrentar con los pastores; les reclamaré mis ovejas, los quitaré de pastores de mis ovejas, para que dejen de apacentarse a sí mismos los pastores…” (Sagrada Biblia, Ezequiel, 34, 1-11)

No hay comentarios:

Publicar un comentario