jueves, 10 de septiembre de 2020

            
EUTANASIA – CORONAVIRUS – ABORTO  -
IDEOLOGÍA DE GÉNERO

         Desde hace algún tiempo, en España, los políticos, sobre todo los de
tendencias de izquierda, van politizando prácticamente todos los estamentos de la sociedad, y se echa de menos, personas cultas, formadas, con peso cualificado, junto a universidades, academias, medios de comunicación, etc. que aportasen buenas y rigurosas informaciones, también, valentía para enfrentarse ante las mentiras y faltas de criterio.

        Entre otros temas,  algunos  vuelven a proponer “La eutanasia” como algo apremiante a tratar y si fuera posible aprobar. Por otro lado, choca frontalmente con el  “coronavirus” y si fuera poco, la presente pandemia con el “aborto”. Es evidente cómo se percibe una falta de educación, también de formación, de profesionalidad, pues los temas antes aludidos, son propiamente humanos, racionales y que de estar bien enfocados, mejorarían  sin duda la vida humana y por tanto, la propia sociedad.

        Para complementar lo expuesto, hago referencia a una reciente entrevista a Mons. José Manuel Mazuelos, obispo y que conoce de sobra la materia:

La eutanasia es la próxima ley inminente: Creo que la ley de la eutanasia
entra en contradicción con el coronavirus. La pandemia nos ha dicho que
somos responsables unos de otros. El coronavirus nos ha dicho que el hombre tiene una dimensión social, que el individualismo no vale y la eutanasia está cimentada en el individualismo que nos ha metido el mundo anglosalón. En mi opinión, el culmen del individualismo es la eutanasia, porque mi vida es mía y solo mía. Y no interesa el debate. Creo que la eutanasia, el aborto y la ideología de género son intereses del neocapitalismo salvaje porque da dinero”.

       Y otra perla, en la materia que nos ocupa, de la Dra. Nieves González Rico, directora y académica del proyecto “Aprendamos a amar” y directora de la Fundación Desarrollo y Persona:

La vida es un regalo y encierra una llamada. Cuando un padre o una madre, antes de acostarse, contemplan a su hijo dormir desean que sea amado, querido bien. Desean que su vida se cumpla, que se feliz. Se preguntan: ¿Qué será de él?  ¿Sabré educarlo? ¿Será  querido? Y el padre y la madre reconocen, en ese instante, que no pueden abarcar el misterio de su hijo, la grandeza de la vida que anhelan para él, las relaciones hermosas que les gustaría poder regalarle, no lo pueden abarcar porque les excede”

Lo anterior, extraído del libro Redescubrir la Familia: Diagnóstico y propuestas, publicado  por Ediciones Palabra, p.109

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