LIBERALISMO
Nos llevaría a contemplarlo desde: La sociología, Economía, Doctrina social cristiana, Teología, Derecho canónico, etc. Vamos a una breve y sencilla definición:
“Pocas expresiones quizá tan imprecisas e indeterminadas en su contenido como la de Liberalismo. En Inglaterra adquiere un claro significado político oponiéndose a conservador; el Alemania su sentido es más bien cultural y religioso; y en los diversos países latinos viene a identificarse con antitradicional, anticatólico y laicista. Todos estos sentidos, más que fijarse en la raíz última y más profunda de lo que es el Liberalismo, sólo indican cómo ha sido interpretado en los diversos países y momentos. Todos estos aspectos pueden considerarse como aplicaciones prácticas de unos cuantos postulados fundamentales, Liberalismo doctrinario, aparecido y difundido sobre todo en el siglo XIX.
Antecedentes y evolución. Las ideas del Liberalismo pueden considerarse como el pleno desarrollo del proceso de secularización que se inicia de una forma un tanto imprecisa en el siglo XII y llega a manifestarse con las claridad a partir del s. XIV. Se afirma el poder y el valor de la razón, y ésta apoyada en su propio y exclusivo dinamismo conducirá a una visión del mundo sin contenido ni diferencias intrínsecas; frente a la razón no hay autoridades ni carismas, todo se sitúa a la misma altura y valor. En el siglo XIV, y por obra del nominalismo, la razón cree tomar conciencia de la individualidad: todo lo que existe y cuanto existe es individual, cerrado total y absolutamente sobre sí; las relaciones de unos seres con otros serán puramente extrínsecas y artificiales. La sociedad humana pasará a ser así un simple agregado numérico de individuos, aúna dos sólo por un difuso acuerdo personal de voluntades. El mundo nominalista es un mundo vacío de todo contenido eidético, de toda profundidad o valor ontológico. Por otra parte, el concepto es considerado simple instrumento ordenador de la realidad; su misión no es tanto decir lo que son las cosas como el dominarlas y apresarlas entre sus redes. La auténtica realidad de las cosas sólo nos la da la experiencia, entendiendo por tal sólo la de los sentidos en contacto directo e inmediato con la Naturaleza. Los cuatro elementos: razón, individuo, libertad y naturaleza serán como pilares sobre los que se va a construir gran parte de la filosofía moderna y cuya más perfecta consecuencia práctica recibirá el nombre de Liberalismo.
Nicolás de Cusa (filósofo y teólogo alemán, 1400-1464, distingue tres fases del conocimiento: la sensación, la razón y la intuición. Conscientes de nuestra finitud para alcanzar la verdad, cree que cuanto más conocedores somos de nuestra ignorancia tanto más la ignorancia se convierte en saber filosófico. Biografías, p. 167) con su errónea división de la Lógica en científica y religiosa iniciará el proceso de la secularización de la Teología: la razón, según él, carece de competencia para estudiar a Dios. (Luego vendrán Descartes, Spinoza, que postulan la necesidad de poseer una naturaleza sobrehumana, ante las verdades reveladas). [Liberalismo] Ante lo religioso en general es considerado como algo externo y extraño a la misma razón. De la única religión de la que podemos hablar es de una religión hecha a nuestra altura y medida, de la “religión natural”, una religión sin misterios, ni dogmas, ni gracia sobrenatural; sobre ella, cada uno añadirá lo que subjetivamente crea más conveniente”.
(Jaime García Álvarez, Enciclopedia GER, vol. 14 p. 295 s)
No hay comentarios:
Publicar un comentario