ORÍGENES, Teólogo siglo III
“Es
el mayor de los hijos de una familia cristiana. Martirizado su padre durante la
persecución de Severo (202), se hace cargo de sus hermanos. Hombre de esmerada
formación en ciencias profanas, se dedica entonces a la enseñanza. El obispo de
Alejandría le pone al frente de la escuela catequética de la ciudad, arrastrando
con su ejemplo y su vida limpia a numerosos alumnos. Una bienintencionada pero errónea interpretación de las palabras de Jesús en Mateo 12,12 le lleva a
castrarse a sí mismo, lo cual acarrea irregularidades canónicas llegada la hora
de su ordenación sacerdotal.
Su formación filosófica es neoplatónica. La recibe en Alejandría de manos de Ammonio Saccas. Viaja a Roma y a Palestina, donde predica a varios obispos, pese a su condición de seglar. Su obispo, Demetrio, le reprende y Orígenes se somete a él. En un viaje posterior, el obispo de Jerusalén le ordena sacerdote, en un intento de facilitarle la predicación. Demetrio le excomulga y Orígenes se establece en Cesarea, cuyo obispo no parece ver inconvenientes en ponerle al frente de una escuela teológica. Habiendo devuelto a la fe en Arabia al obispo monarquiano Berilo de Bostra,, muere a causa de una persecución de Decio. Se conservan referencias de 800 de sus libros, que contienen graves errores doctrinales, los cuales no son imputables a una falta de fidelidad, sino a la carencia de un aparato filosófico apropiado para expresar sus ideas. Nace en Alejandría 185, muere en Tiro”
“Orígenes
de Alejandría es, en realidad, una de las personalidades determinantes para
todo el desarrollo del pensamiento cristiano. Hacer teología era para él
esencialmente explicar, comprender la Escritura; su teología es una perfecta
simbiosis entre teología y exégesis.
Orígenes nos recuerda que en la lectura orante de la Escritura la Iglesia siempre se renueva. Para comprender las Escrituras no sólo hace falta estudio, sino también intimidad con Cristo y oración. El camino privilegiado para conocer a Dios es el amor y no se puede de verdad a Cristo sin enarmonarse de él”
“La
doctrina de la Ley y de los Profetas, en la escuela de Cristo, es así: la
letra, que es como la corteza, es amarga; luego, está la cáscara, que es la
doctrina moral; en tercer lugar se encuentra el sentido de los misterios, del
que se alimentas las alma de los santos en la vida presente y en la futura” (Orígenes, Homilía sobre el libro de los Números, IX, 7)
Referencias:
Biografías, quinta edición, p. 38 de Ediciones Rialp
Catequesis de Benedicto XVI, marzo 2009, Editorial Edice
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