miércoles, 3 de noviembre de 2021

 

                                   SAGRADA BIBLIA. ÉXODO

“Éxodo es el título que los traductores griegos dieron al segundo libro del Pentateuco, y que adoptarán más tarde la versión latina y las traducciones a lenguas modernas. Los judíos, que suelen enunciar los libros de la Biblia por las palabras con que comienzan, lo denominan We´ellech shemot (“Éstos son los nombres”). Éxodo significa salida y, por tanto, alude sobre todo al contenido de los quince primeros capítulos que narran cómo los israelitas consiguieron abandonar Egipto; sin embargo, esta palabra también refleja perfectamente el contenido de todo el libro, que enseña cómo los hijos de Israel salieron de la esclavitud y alcanzaron la libertad al dejar de estar sometidos a Egipto y al asumir la Alianza establecida en el Sinaí.

1. Estructura y síntesis del contenido. El libro del Éxodo está formado por un conjunto de relatos y de normas íntimamente entrelazados que transmiten una parte de la historia religiosa de ellos hijos de Israel: desde el asentamiento de las tribus que habían bajado a Egipto, empalmando así con el final del Génesis, hasta su prolongada estancia al pie del monte Sinaí, enlazando de este modo con la narración que continúa en Números. Los relatos reúnen los acontecimientos más importantes de la vida de Israel: su esclavitud en Egipto, el nacimiento del líder Moisés, los prodigios que Dios obró para sacarlos de la opresión, la institución de la Pascua, el establecimiento de la Alianza, la apostasía primera, y el establecimiento del culto.

2. Marco histórico. La historia narrada en el Éxodo no debe tomarse como una crónica detallada y exacta. Es más bien una historia de salvación que narra cómo el Señor hizo de los “hijos de Jacob” el pueblo de Dios, es decir, un pueblo que ha entrado a formar parte del misterio salvífico. Él lo ha elegido como primicia de salvación, ha establecido con él una Alianza de amor y lo ha cuidado con especial providencia. Estas realidades sobrenaturales son expuestas por el autor sagrado revistiendo los hechos con un lenguaje épico, cultural y teológico. Por eso no siempre es fácil reconocer cómo se desarrollaron los acontecimientos.  Lo que no admite duda, incluso para el historiador profano, es que en este libro se relatan hitos fundamentales de la historia del pueblo de Israel.

3. La fecha del Éxodo. Lo más probable es que la salida de los israelitas del país de Egipto tuviera lugar en el siglo XIII a.C., cuando en el país del Nilo se estaban llevando a cabo las construcciones más importantes de su historia. Según los conocimientos que han aportado los historiadores y arqueólogos en los últimos años, la historia de Egipto antiguo consta de treinta y una dinastías de faraones. Admitiendo que el Éxodo se iniciara a principios del siglo XIII, la conquista de Palestina se situaría unos cuarenta años más tarde, es decir, en la segunda mitad del mismo siglo XIII, fecha en la que los arqueólogos datan la destrucción de numerosas ciudades de Canaán, tales como Laquis, Jasor y otras.

4. La figura de Moisés. Como caudillo y guía, como profeta y maestro y como prototipo de Israel, pues protagoniza en su vida las mismas vicisitudes que el pueblo ha de atravesar. Como caudillo y guía, Moisés, siempre a instancias del Señor y bajo su protección, consigue vencer, en primer lugar, la oposición de los propios israelitas, más tarde, la tozudez del faraón, y finalmente, los elementos de la naturaleza. Profeta y maestro por las generaciones futuras porque por medio de él recibieron la doctrina y la moral, es decir, la Ley. Los autores sagrados ponen en Moisés todas las prescripciones y normas que regulaban la vida moral, religiosa y social del pueblo.

5. Composición. Los hechos básicos narrados en el libro del Éxodo se han conservado en la memoria del pueblo que los ha celebrado en las grandes festividades, los ha cantado con himnos y los ha transmitido como elemento esencial de su fe.

Rememorando así la historia de sus orígenes, los que se habían ya asentado en Israel (hacia el siglo XIII a C.) fueron dando sentido religioso a las instituciones, a las normas y a las costumbres que vivían, ligándolas paulatinamente a los acontecimientos originales del éxodo y del desierto. Este proceso, se llevó a cabo con una especial providencia divina

6. La Alianza. La elección de Israel de entre las naciones equivalía a constituirlo en pueblo de Dios mediante la Alianza, un acontecimiento que regula la vida religiosa, moral y social de los miembros del pueblo, pero que afecta sobre todo a lo más íntimo de la persona y a la constitución misma del pueblo de Dios, que el Señor mantiene con su pueblo.


7. El culto. La organización religiosa y el culto tuvieron enorme importancia en el pueblo de Dios. En el libro del Éxodo está recogido el cuerpo más importante de las prescripciones rituales. Como el resto de las leyes, también éstas remiten a Moisés, aunque muchas reflejan más bien el esplendor del culto en el tiempo de Jerusalén durante la época monárquica. Se pueden tener en cuenta tres grandes bloques: la Pascua, las Fiestas, y el Santuario y sus instituciones.

8. El Éxodo en el Antiguo Testamento. Los acontecimientos salvíficos narrados en el libro del Éxodo fundamentan la historia y la religiosidad israelita, y permanecerán vivos en la memoria del pueblo. La fórmula “Dios sacó a Israel de Egipto” y la más amplia “Dios sacó a Israel de Egipto con mano poderosa y brazo extendido”, aparecen en el Antiguo Testamento más de setenta y cinco veces”
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  (Facultad Teología Universidad de Navarra, Sagrada Biblia, Comentario (selección) p.72-118)

 

 

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