QUIEN ES EL ESPÍRITU SANTO
El Espíritu Santo es el Amor mutuo del Padre
y del Hijo
“Desde toda la eternidad el Padre engendra al Hijo
y lo ama con un amor infinito e inmutable; y en Él a cada uno de nosotros, a
quienes el Padre nos llama a participar en su propia vida divina en el Hijo.
Desde toda la eternidad también el Hijo
procede del Padre y lo ama con un amor igualmente infinito e inmutable.
Ese amor mutuo del Padre por el Hijo y
del Hijo por el Padre es precisamente el Espíritu Santo”. (Alexis Riaud, La acción
del Espíritu Santo en las almas, p. 14)
Creer en el
Espíritu Santo es, por tanto, profesar que el Espíritu Santo es una de las
personas de la Santísima Trinidad Santa, consubstancial al Padre y al Hijo “que
con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria” (Catecismo de la Iglesia Católica, Símbolo
de Nicea-Constantinopla,
n. 685)
Nadie puede
decir: Jesús es Señor, sino por influjo del Espíritu Santo” (1 Cor 12, 3).
Cada vez que en
la oración nos dirigimos a Jesús, es el Espíritu Santo quien, con su gracia
preveniente, nos atrae al camino de la oración. Pues que él nos enseña a orar
recordándonos a Cristo. (Catecismo n. 2670)
La primera “profesión
de fe” se hace en el Bautismo. El “símbolo de la fe” es ante todo el símbolo
bautismal. Puesto que el Bautismo es dado “en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo” (Mt 28, 29), las verdades de fe profesadas en el Bautismo
son articuladas según su referencia a las tres personas de la Santísima
Trinidad. (Catecismo n. 189)
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Qué son los “dones”
del Espíritu Santo
“Los dones del Espíritu Santo son disposiciones
sobrenaturales que hacen que el alma, elevada a la vida sobrenatural, sea
susceptible de recibir esas divinas inspiraciones y esos divinos impulsos del
Espíritu Santo que son las gracias actuales. Esa es la razón en todo sobrenatural” (Alexis Riaud, p.
44-45)
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“¿Qué es el
don de temor de Dios? Por medio de este don el Espíritu Santo nos hace
conscientes de la grandeza de Dios y de su bondad. Al mismo tiempo nos infunde
un vivo horror por todo lo que podría, aun mínimamente ofender a un Padre tan
bueno, tan digno de ser amado, tan misericordioso.
¿Qué es el
don de fortaleza? Es el don, que da el Espíritu Santo, para robustecer el
alma y practicar las virtudes heroicas con la confianza de superar los
obstáculos que se puedan presentar, por grandes que aparezcan.
¿Qué es el
don de piedad? Por medio de este don el Espíritu Santo nos hace saber que
somos hijos de Dios. Da a nuestra relación con Dios y con el prójimo un
sentimiento vivo de filiación y de fraternidad. Nos comunica el espíritu de la
familia de Dios.
¿Qué es el don
de consejo?
Es el don que nos da el Espíritu Santo para saber, en los casos particulares,
lo que conviene hacer en orden al fin último sobrenatural.
¿Qué es el don
de ciencia?
Por medio de este don el Espíritu Santo nos hace ver las cosas creadas en orden
a la santidad; fin para el que hemos sido creados.
¿Qué es don de
entendimiento?
Por medio de este don el Espíritu Santo perfecciona la virtud de la fe. Con su
ayuda la inteligencia del hombre se hace apta para una penetrante intuición de
las cosas reveladas y aun de las naturales en orden al fin último sobrenatural.
¿Qué es el don
de sabiduría?
Para llevar a su perfección la virtud de la caridad. Siendo la caridad la
virtud más excelente, el don de sabiduría es el más perfecto de todos los
dones. Por medio de este don juzgamos rectamente de Dios y de las cosas divinas
que el Espíritu Santo nos hace saborear.
¿Qué son los
frutos del Espíritu Santo? Son perfecciones plasmadas en nosotros como
primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: Caridad,
gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad,
modestia, continencia y castidad”. (Jesús Javier Massa Gutiérrez del Álamo,
9 Ideas para conocer y amar al Espíritu Santo)
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