miércoles, 21 de junio de 2023

 Vidas ejemplares (15) LA DIDAJÉ

      “Didajé es una palabra griega que significa “enseñanza y con la que se suele conocer abreviadamente la obra llamada “Instrucción del Señor a los gentiles por medio de los doce Apóstoles”. Es una colección de normas morales, litúrgicas y de organización eclesiástica que debían de estar en vigor ya desde algún tiempo, recopiladas ahora sin pretender ordenarlas ni hacer una síntesis. Tenía tal prestigio en la antigüedad, que Eusebio de Cesarea tuvo que hacer notar que no se trataba de un escrito canónico. Sin embargo, después de perdió y no fue recuperada hasta finales del siglo XIX, cuando se encontró en un códice griego del siglo XI del patriarcado de Jerusalén.

       La época de su composición no se conoce, aunque se ha investigado con mucha atención. En general, se puede resumir lo que sabemos diciendo que, si por su contenido, que parece reflejar una situación ya alejada de la era apostólica, se podría suponer que es el periodo que va del año 100 al 150, la ausencia de citas de los Evangelios sinópticos y otros argumentos hacen pensar que es muy anterior, quizás d ellos años 50 a 70; ahora se suele opinar que podría muy bien pertenecer ya al siglo I, al menos en algunas de sus partes.

       A lo largo de sus 16 capítulos, en general muy breves, se encuentra una profusión de consejos morales, presentados bajo el esquema del camino de la vida y el de la muerte, así como instrucciones litúrgicas y normas disciplinares. 

      Respecto a la liturgia, son interesantes las normas que se dan para la administración del bautismo, que al parecer se solía hacer por inmersión en los ríos, aunque se admitía el bautismo por infusión, derramando agua sobre la cabeza; la prescripción del ayuno antes del bautismo, y de los ayunos en los días señalados, que son los miércoles y los viernes, distintos a los de los judíos; los ejemplos que se dan de plegarias eucarísticas; y la insistencia en la necesidad de purificación, tanto para la Comunión como para la oración en general; también se alude a la Eucaristía como sacrificio.

      Respecto a la jerarquía, no se describe con detalle su organización; se habla de obispos y diáconos, pero no de presbíteros; el papel que dentro de la jerarquía tienen los profetas itinerantes es aún considerable.

     Se regula la asistencia a los peregrinos, recordando la necesidad de trabajar para que nos gravosos a los hermanos.

      La palabra “iglesia” se utiliza con el sentido de asamblea, de reunión de los fieles para la oración; pero también con el otro sentido de Iglesia universal, el pueblo nuevo de los cristianos, subrayando especialmente que esta Iglesia es una y santa. Es de la Didajé de donde arranca la comparación de la unidad de la Iglesia con la del pan hecho de muchos granos de trigo que se hallaban antes dispersos por los montes”.

                                (Enrique Moliné, Los Padres de la Iglesia, tomo I, p. 53-54)

No hay comentarios:

Publicar un comentario