miércoles, 19 de julio de 2023

"La ideología alemana» vio la 
luz 65 años después de «El capital»

Marx fundó la ideología de género: no se evidenció
por la tardía publicación de su obra clave

por Paul Krause en Crisis Magazine, primera parte

La ideología de género no solo está siendo utilizada por los movimientos neocomunistas para, según su doctrina, "explotar las contradicciones" como instrumento de transformación social, sino que pertenece a los orígenes mismos de la ideología marxista.

El marxismo y la revolución de género
La revolución de género es fundamentalmente marxista.
Tanto si la gente es consciente de ello como si no, la raíz de la ideología de género es marxista, y su táctica es la construcción de la sociedad igualitaria a través de la eliminación de la división de género. Y la revolución de género es otra punta del ataque total a la familia.

Una obra casi desconocida durante 65 años

La mayoría de la gente conoce a Karl Marx por haber escrito El manifiesto comunista y posiblemente El capital. Menos conocen su obra La ideología alemana. Pero La ideología alemana sienta las bases de la dialéctica materialista y del movimiento hacia el comunismo.
Solo se menciona una vez, pero el breve comentario de Marx señala cuál es el punto de partida de la desigualdad: la división sexual del trabajo que es el resultado de la división biológica entre el hombre y la mujer.

Hablando de cómo la división del trabajo comenzó en las antiguas sociedades tribales y se desarrolló a partir de ahí, desencadenando así la desigualdad que proviene de esta división del trabajo, Marx dice: "Ahí se desarrolló la división del trabajo, que originalmente no era más que la división del trabajo en el acto sexual, luego esa división del trabajo que se desarrolla espontáneamente o 'naturalmente' en virtud de la predisposición natural."

'La ideología alemana' de Marx y Engeles fue escrita en 1845, antes de la publicación de 'El capital' en 1867, pero no se publicó completa por primera vez hasta 1932, cuando lo hizo el Instituto Marx-Engels-Lenin de Moscú. Ninguno de los primeros teóricos del comunismo pudo leer la obra.

El origen de la desigualdad, la división del trabajo, es "la división del trabajo en el acto sexual". Es esta división del trabajo en el acto sexual la que reconoce la distinción entre lo masculino y lo femenino, la que establece la conciencia de la división de la que fluyen todas las divisiones del trabajo posteriores y la creciente desigualdad.

Si el acto sexual y la división entre géneros es la raíz misma de toda desigualdad, el único medio por el que esta desigualdad puede ser negada es a través de la androgenización de la naturaleza humana, en la que la diferencia sexual entre hombre y mujer sea abolida.

Las marxistas feministas

Las lectoras feministas de Marx, como Simone de Beauvoir y Shulamith Firestone, aprovecharon esta visión supuestamente profunda de Marx.
En su libro El segundo sexo, Beauvoir articuló el punto de vista de que la masculinidad es lo dado metafísicamente y la "creación" de la feminidad somete las mujeres a los hombres como el otro inferior.

En La dialéctica del sexo, Firestone vinculó la opresión de la mujer a la "división sexual del trabajo", en la que la mujer era como el proletariado controlado por el macho capitalista. Firestone, que dedicó su obra a Beauvoir, coincidía con su heroína en que hasta que las mujeres pudieran separarse de los hombres y hacerse con el control de los medios sexuales de reproducción, sería imposible que surgiera una sociedad igualitaria y liberadora.

Firestone escribió: "En el caso del feminismo, el problema es moral: la unidad familiar biológica siempre ha oprimido a las mujeres y a los niños, pero ahora, por primera vez en la historia, la tecnología ha creado condiciones previas reales para derrocar estas condiciones 'naturales' opresivas, junto con sus refuerzos culturales. En el caso de la nueva ecología, encontramos que independientemente de cualquier postura moral, solo por razones pragmáticas de supervivencia, se ha hecho necesario liberar a la humanidad de la tiranía de su biología".

El marxismo economicista
En este sentido, los ideólogos de género, empezando por las feministas marxistas de mediados del siglo XX, fueron unos lectores más fieles de Marx que cualquiera de sus lectores economistas de finales del siglo XIX que fundaron los diversos partidos comunistas y socialistas inspirados en los escritos económicos de Marx.

Los lectores masculinos de Marx solo se centraron en la dialéctica económica del capitalismo-proletariado; ninguno prestó atención a la verdadera tipología de la dialéctica material y a la raíz de la desigualdad, que no es el capitalismo, el agrarismo o la esclavitud, sino el acto sexual en sí mismo. ¿Cómo ha ocurrido esto?

La ideología alemana, aunque fue escrita hacia 1846, no se publicó hasta 1932. Siguió siendo uno de los escritos inéditos de Marx -como los Manuscritos económicos, de 1844- y no estuvo a disposición de los lectores hasta su publicación a principios de la década de 1930.

Los marxistas clásicos de la variedad económica fueron lectores de El manifiesto comunista y El capital, pero se perdieron la génesis misma de la ideología marxista, que permaneció desconocida hasta 1932. Las lectoras feministas de Marx que leyeron La ideología alemana pudieron posteriormente tener la visión total del marxismo y su plena comprensión que los marxistas político-económicos del marxismo clásico y sus partidarios implantados no habían tenido.

Traducido por Elena Faccia Serrano y publicado originalmente en Religión en Libertad en diciembre de 2021. Publicado Religión en Libertad el 13 de julio 2023

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