Introducción geográfica. Es una franja
relativamente estrecha que se abre hacia el sur, de una longitud de 180 km. Poblada
de dunas, obligó a sus habitantes a retirarse de la costa. La abundancia de
aguas, de lluvia fluviales o subterráneas, la hicieron la más densamente
poblada en todos los períodos históricos y propicia los más variados cultivos y
vegetación de tipo mediterráneo. Por ella discurría la Vía Maris, vía
natural de comunicación que la ponía en contacto con las civilizaciones de
Egipto y Mesopotamia. Esta franja costera puede en:
La Planicie de Acre. Comprende
desde Rosh Hanikra a Ras en Naqurah -las escaleras de Tiro-, en el norte, hasta
el monte Carmelo en el sur. En ella se encuentra la llanura de Zabulón, que
contacta con el valle de Jezrael o Esdrelón entre las montañas de la baja
Galilea y el Carmelo. Entre Acre y el Carmelo se extiende la gran bahía de
Haifa, hacia la que discurren los ríos Naamán y Kisón.
Valle del Sarón. Comprende
estrictamente la llanura costera desde el Carmelo a Jafa, aunque el nombre de
Sarón se aplique a otras regiones. Territorio costero de dunas y arenas surcado
por los ríos Cocodrilo, Alexander y Yarkón, al que alimentan fuentes que se
localizan en Afec (Antípatris). En la antigüedad bíblica tuvo dos puertos
importantes: Dor y Jafa, protegidos por una serie de rocas. En la actualidad es
la región de mayor cultivo de cítricos en Israel.
La Costa Filistea. Se extiende
por la parte sur de la planicie costera hacia el Sinaí y Egipto. Recibe el
nombre de sus ocupantes, los filisteos y con lo romanos que dan nombre a todo
el país: Palestina. En este parte, la llanura se ensancha, y aunque las lluvias
disminuyen, son suficientes para obtener buenas cosechas de grano. Pasaron por
ella importantes vías de comunicación que la hicieron, en todo tiempo, muy
habitada, civilizada y próspera. La pentápolis filistea la constituían las
ciudades de Gaza, metrópoli durante largos períodos históricos, Ascalón, el puerto
principal y Azoto, las tres junto al mar, y al interior Gat y Ekrón, que
rivaliza con la Sefela de Judea.
La Sefela. Entre la planicie
costera y los montes de Judea existe una región de colinas llamada Sefela (país
bajo), famosa por sus olivos y sicómoros, y muy habitada en la antigüedad,
según consta en Crónicas (1Cro
27,28; IR 10,27).
Fue la parte más rica de Judea y tenía ciudades fortificadas contra los filisteos
en los valles que conducían a las montañas de Judea: Gezer, Ayalón y Bet-Orón
en el valle de Ayalón; Bet-Shemesh, Timnah y Zorak en el Sorec; Soco y Azeca en
el valle de Elah; Lakish y Maresha en el camino hacia Hebrón.
El Négueb occidental. Es una franja
de unos 50 km., que conecta con Berseba en la región central. Cruzada por
grandes torrentes que desembocan en el Mediterráneo, como el Wadi es Shari
(valle de Guerar) y el Wadi Shalale (Besor), facilitó el asentamiento humano y
los cultivos desde épocas remotas, gracias a la abundancia de fuentes y pozos,
y a pesar de la escasa pluviometría; así consta que los Patriarcas se
establecieron en Guerar (Gn
20)”.
(Teodoro
López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, p. 42,
relato n. 18)
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