COMPRENDER LAS ESCRITURAS
* Desde siempre, Dios a tenido un plan de salvación
para nosotros.
Una buena forma
de ver la historia de la salvación es considerarla como una serie de alianzas
entre Dios y los hombres. En el Antiguo Testamento, una alianza era un acuerdo
entre Dios y el género humano por mediación de algunas personas concretas. Una
alianza es algo parecido a un contrato, pero es mucho más que un simple
contrato. La alianza establece vínculos de naturaleza sagrada entre las dos
partes: une a las partes en una relación familiar. El contrato es un acuerdo de
negocios temporal, destinado a permanecer mientras las circunstancias lo
exijan. La alianza de Dios une a las personas en una unión perpetua. Una
sociedad mercantil es un contrato: un matrimonio es una alianza.
1. La primera alianza que
leemos en la Biblia es la alianza con Adán. En hebreo, el nombre “Adán” hace
referencia a la totalidad de la raza humana. Por ello, esta primera alianza es
en realidad única y de ella surgen todas las demás.
2. La segunda es la alianza
con Noé y su familia, después del diluvio.
3. La tercera es la alianza
con Abrahán y su tribu.
4. La cuarta es la alianza
con el pueblo de Israel por mediación de Moisés.
5. La quinta es la alianza con todas las naciones por mediación de David y Salomón.
6. La sexta es la Nueva
Alianza con toda la humanidad en Jesucristo.
7. Por último, al final de
los tiempos, se establecerá alianza para toda la
eternidad.
Si
intentamos ver así la historia de la salvación, nos resultará más fácil
comprender la Biblia como un todo. Este es precisamente el objetivo: aprender
ver cómo cada parte de la Biblia encaja en el plan de Dios para nuestra
salvación.
(Scott
Hahn, Ph. D. MEDWEST THEOLOGICAL FORUM/Editorial Edibesa,
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