jueves, 16 de septiembre de 2021

 

                                      MARGINADAS : LA FAMILIA, LA AMISTAD

   Hoy que poco se habla de la familia, de la amistad –también otras- , ni se comenta, tampoco se escribe en la prensa; ausente en las tertulias, en las conferencias, escuelas de verano y seminarios de universidades e instituciones;  temas tan importantes, que forman parte de nuestro modo de vivir: la familia, la amistad y lo que éstas llevan consigo. De lo que no se habla ni se escribe,  también de lo que por ideología y conveniencia se silencia y margina, se olvida, como si no existiesen.  Falta de formación de los medios, cobardía, egoísmo, sí en cambio, mucho de: voluntarismo, sentimentalismo, feminismo, y todos los “ismos” que evidentemente no ayudan, tampoco forman y empobrece la sociedad. Con el tiempo, para muchos, sobre todo, nuevas generaciones, quedan suplantadas por temas de menor rango y en algunos casos, las consideran como vivencias del pasado: Edad Media o cualquiera sabe. Algunos se empeñan en que seamos robot y no utilicemos la cabeza y el corazón.

   Buen ejemplo de EE.UU. no olvida y mira al futuro, poniendo gran empeño, con amor y sentido, de que las nuevas generaciones, conozcan y actualicen el atentando que sufrió el pueblo americano  hace veinte años. Se les recuerda y figura en los planes de enseñanza, una sociedad motivada, que les une, también con el pasado y en el amor a la Patria.


 La familia es la “célula original de la vida social”. Es la sociedad natural en que el hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el don de la vida. La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se pueden aprender los valores morales, se comienza a honrar  a Dios y a usar bien 
de la libertad. La vida familiar es iniciación a la vida en sociedad"
                                                                               (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2207, 2ª edición)

No todo amor tiene razón de amistad, sino el amor que entraña benevolencia, es decir, cuando de tal manera amamos a alguien que queremos para él el bien […] Es preciso también que el amor sea mutuo, pues el amigo es amigo para el amigo. Esta correspondida benevolencia se funda en alguna comunicación”        (Santo Tomás, Suma Teológica, 22, q.23, a.1) 

Sófocles: “El que es bueno en la familia es también buen ciudadano”

Benjamín Franklin: “La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia” 

Confucio: “Un casa será fuerte e indestructible cuando está sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente y hermano complaciente”

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Evangelio de san Juan 15,14: “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando” 

San Lucas, Evangelio 7,34: Jesucristo “amigo de publicanos y pecadores”

Aristóteles: “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas” 

Richard Bach: “Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo” 

Cicerón: “Vivir sin amigos no es vivir”

San Josemaría de Escrivá: “La amistad verdadera supone también un esfuerzo cordial por comprender las convicciones de nuestros amigos, aunque no lleguemos a compartirlas, ni aceptarlas”

            Tanto en la familia como en la amistad, se sufre y se dan esporádicamente sinsabores    –dónde no-, sea un creyente, agnóstico, ateo. Sin embargo, cuando se vive con fe y amistad con Jesucristo (no es algo sino alguien, persona), cambia el panorama y las dificultades o pequeños desencuentros se superar por elevación. frase que oí: Aprender a comprender, aprender a amar.

 

 

 

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