jueves, 4 de agosto de 2022

                       2, EL MARCO HISTÓRICO DEL ANTIGUO TESTAMENTO                                                                                       Cuarta y última parte                                                   

3, Los Libros Históricos de la Biblia y la historia profana
      “El pueblo de Israel guardó memoria de las gestas de sus antepasados. Con el correr del tiempo estos recuerdos sirvieron para actualizar la fe en su Dios, iluminar las situaciones nuevas y proporcionar una orientación precisa para mantenerse fieles a su Alianza. Además, todas esas reflexiones se fueron poniendo por escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo, de modo que su enseñanza se mantuviera para siempre.
    Como consecuencia, el valor de la Biblia como fuente histórica es incalculable si se atiende al enorme cúmulo de noticias que ofrece al historiador: de una parte, los recuerdos que sus tradiciones conservan acerca de lo sucedido en épocas pretéritas; pero también y sobre todo lo que la misma redacción refleja sobre los distintos momentos en que se fueron poniendo por escrito sus textos.
      La finalidad didáctica, la pedagogía divina, ha dejado su impronta indeleble en toda la Biblia y también en los libros que tratan más directamente de temas históricos. Los relatos que se contienen en ellos tienen como objeto proporcionar enseñanzas y ejemplos de comportamiento, así como transmitir una normativa adecuada para regir las relaciones entre Dios y su pueblo, Por lo tanto, la historia que narran no ha sido escrita para satisfacer nuestra curiosidad con detalles sobre el modo en que se desarrollaban los hechos concretos y verificables de la historia de Israel. Los libros sagrados ofrecen algo más: una reflexión religiosa sobre la historia pasada buscando las interpretaciones y enseñanzas que se pueden extraer de ella, y las posibles soluciones a los problemas planteados en el presente, o a los que se pueden plantear en el futuro. Reflexión que ha sido llevada a cabo y consignada por escrito mediante una acción particular del Espíritu Santo.
      Precisamente por tratarse de libros de historia antigua sin más, los libros históricos del Antiguo Testamento no ofrecen una narración completa, detallada y plenamente coherente de todos los acontecimientos sucedidos desde la creación del mundo hasta la plenitud de los tiempos, sino que presentan una selección realizada con criterios más religiosos que políticos o culturales. Por eso no será de extrañar el silencio de la Biblia sobre algunos sucesos importantes en la historia del Antiguo Oriente. Tampoco deben sorprender las repeticiones del texto sagrado e incluso las diferencias en el modo de hablar de los mismos acontecimientos en diversos pasajes.
 
4, Contenido del presente volumen
      En la Sagrada Escritura la narración de la acción salvadora de Dios se inicia en el primero de los libros, el Génesis, y continúa hasta el último, el Apocalipsis. Pero los cinco primeros libros constituyen un bloque de tal entidad y extensión que reclaman para sí un volumen completo: el Pentateuco.
      El presente volumen es su continuación. En efecto, el Pentateuco comenzaba hablando de la creación del mundo y del hombre. Después trata de los orígenes de Israel y terminaba con la muerte de Moisés a las puertas de la tierra prometida por Dios a su pueblo. Los libros que se integran en este segundo volumen prolongan la narración: en un primer momento, se narran las vicisitudes del pueblo de Dios desde la toma de posesión de la tierra que Dios le entregaba, hasta el momento en que la pierde, hasta  que Jerusalén fue conquistada por Nabucodonosor, y el rey de Judá, junto con los principales personajes de su corte, fue llevado a la cautividad de Babilonia.
      El extenso relato que comienza con el libro de Josué, continúa con Jueces y los dos libros de Samuel y termina con los libros de los Reyes tiene una cierta relación con el libro del Deuteronomio. Por eso, al conjunto de esos libros se les suele denominar “historia deuteronomista”.
         (Facultad de Teología Universidad de Navarra, Sagrada Biblia, Comentario, p. 204-025, selección)

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