miércoles, 27 de marzo de 2024

   HISTORIA DE PALESTINA
La llanura Costera: El Monte Carmelo
 
      “En la gran bahía de Haifa se alza es espigón del Monte Carmelo. Es una bella cadena de montañas con una longitud de 24 km., que arranca de las montañas de Samaría, cuyas floridas laderas miran al Mediterráneo y al valle de Zabulón. Existe un paso central que facilita la comunicación entre los valles de Esdrelón y el Sarón. Su altitud media es de 300 m. La Escritura celebra su fecundidad y hermosura, traduciendo la palabra hebrea “Carmel” por hurto o jardín de Dios.
 
      Habitado desde la antigüedad, en sus cuevas se han encontrado restos prehistóricos: como el famoso Paleoanthropus Palestinus, el hombre palestino del bajo paleolítico del 100.000 – 90.000 a.C. En cueva similar de la vertiente meridional, ha aparecido un basurero prehistórico usado por los habitantes de dicho paraje hace 80.000 años. Su estructura permite conjeturar que dividían la cueva en sectores, encendían fuego a la entrada para ahuyentar alimañas, y a juzgar por los huesos hallados, primaba la caza de ciervos y gacelas. En la misma vertiente, y en la cueva de Cabara, frente al Kibutz Maagan Michael, entre otros restos humanos, ha aparecido un hueso hiodes, el situado bajo la lengua, que según el profesor Baruj Ahrensburg, probaría la capacidad del hombre para articular palabras. Ya había aparecido con anterioridad en el hombre de Neanderthal. Los vestigios de vida en esta cueva datan desde hace 60.000 años.
 
Stella Maris” y Convento. La Basílica de Nuestra Señora del Carmen, rematada con una airosa cúpula, es de cruz griega y estilo neoclásico italiano (1836) y forma parte del convento carmelita. En su interior destaca, sobre el altar mayor, la admirable talla de una imagen sedente de María, con el Niño y el escapulario, que responde a la advocación más popular de la Virgen. El altar queda realzado en un plano, sobre una de las grutas del profeta Elías. En cuatro placas de mármol, sobre las columnas de apoyo de la cúpula, los símbolos del castillo interior de santa Teresa, la subida al Monte Carmelo de san Juan de la Cruz, la rosa de Galilea de la beata María de Jesús Crucificado, carmelita de Belén, y una estrella davídica entre alambradas que representa a la santa Edith Stein, sustituyen a antiguas imágenes. La cúpula, bellamente decorada al fresco, recoge pasajes del Antiguo Testamento y de la historia de la orden carmelita.
      Cuatro veces ha sido destruido desde el tiempo cruzado a nuestros días. El convento, cuna de la orden, alberga a religiosos carmelitas, estudiosos de la Sagrada Escritura.
 
Origen de la Orden Carmelitana. Un grupo de ermitaños, en el s. XII, émulos del profeta Elías, se establecen en el Monte Carmelo y consiguen en 1214 que san Alberto, Patriarca de Jerusalén, les apruebe la regla de vida. Terminado el período cruzado se establecen en Europa, donde son reconocidos por el Papa Nicolás IV como orden mendicante y empieza entonces su expansión.
                  (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, p. 44-45, relato n. 20)

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