martes, 23 de abril de 2024

HISTORIA DE PALESTINA
La llanura del Sarón. Lugares históricos
Relato n. 24/2, continúa

   El año 6.D., destituido Arquelao, Cesarea se transforma en residencia de los prefectos o procuradores que administran los territorios de Judea.

      Evangelizada por Felipe, fue la puerta del evangelio a la gentilidad con la presencia de Pedro, y será el lugar del proceso de Pablo hasta su viaje a Roma, (años 58-60).

      El año 66, por enfrentamientos entre judíos y griegos, comienza la revuelta judía, que conducirá al desastre del año 70. Vespasiano, enviado a sofocarla con la X Legión Fretense, es proclamado emperador en ella, dándole el título de Colonia Prima Flavia Augusta Cesarea. En la segunda rebelión judía (132-135), la de Bar-Kikhba, el Rabí Akiva fue torturado y martirizado en esta ciudad.

      Desde antiguo la primitiva iglesia di rango episcopal a Cesarea. En año 195 se celebra aquí un concilio que determina que la Pascua cristiana se celebre siempre en domingo. Orígenes traslada a ella su escuela bíblica, desde Alejandría, por discrepancias con su obispo Demetrio. Ordenado sacerdote en 250, compone aquí la primera versión políglota de la Sagrada Escritura, llamada Éxaplas. Y el primer historiador de la Iglesia, Eusebio de Cesarea, ocupa la sede episcopal de esta ciudad, del 313 al 340. Sus obras principales son el Onomasticón (geografía de Palestina) y la Historia Eclesiástica.

 El Tempo de Augusto ha sido llamado durante la XIII campaña arqueológica que llevan a cabo las universidades de Haifa y Maryland conjuntamente. Con él se había propuesto Herodes probar au fidelidad el emperador Augusto. Lo construye sobre los cimientos de un antiguo templo fenicio del s. III, al que accede una magnífica escalinata a la manera de la del tempo de Jerusalén. El edificio alcanzaba 30 metros de altura, lo que le hacía visible a varios kilómetros a la redonda.

 El Teatro Romano. Descubierto entre 1959-64, junto al Mediterráneo, data del siglo II d.C., aunque levantado de nuevo sobre el herodiano, con una capacidad para seis mil espectadores. En él se podían representar naumaquias, llevando previamente de agua la escena. La restauración del templo ha sido completa, que permite representaciones y conciertos de índole moderna. En su estreno, actuó con pleno éxito la crítica y público el violoncelista español Pablo Casals.

      Entre los numerosos fragmentos de mármoles encontrados en sus ruinas, figura uno de singular importancia para la historia bíblica, que tiene la siguiente inscripción: “Tiberio: Poncio Pilato, prefecto de Judea”; y, asimismo, una figura del Buen Pastor indica el paso del cristianismo.

 El Acueducto. Traía las aguas del monte Carmelo a la ciudad. Junto a la playa se conservan unos doscientos metros de sus arcos, adosados a los de un segundo acueducto de ensanche. El mar ha destruido la parte final del mismo, al igual que sumergió el puerto herodiano, del que estudios recientes muestran los ingeniosos artificios de su construcción.

        (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, p. 54.55, relato n. 24/2)

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