jueves, 20 de junio de 2024

                                                 HISTORIA DE PALESTINA     
La Sefela: Valle de Ayalón

 Introducción geográfica. Entre el sur de la llanura costera y las montañas de Judea al este, existe una región de colinas, que comprende desde Jafa hasta Gaza, llamada Sefela (tierras bajas) (Jc 1,9). Fue famosa por sus olivos y sicómoros (1 Cr 27,28, 1R 10,27), y estuvo muy habitada en la antigüedad.

      Era la parte más valiosa del reino de Judá, por sus tierras de labranza. Una serie de fortalezas, situadas estratégicamente en los distintos valles -por los que se sube a la montaña de Judea-, la defendían de los filisteos.

 Valle de Ayalón. Recuerda la gesta de Josué (Jos 10,12) y la sido en el tiempo testigo de numerosas y decisivas batallas: egipcios, filisteos, asirios, babilónicos, griego, las legiones romanas, los árabes, los ejércitos cruzados, todos, sucesivamente, se reunieron en este valle en marcha hacia la Ciudad Santa. En la primera guerra mundial, los británicos libraron en él su primera batalla. Y en la guerra de la liberación de Israel, 1948, torrentes de sangre se vertieron en ella por asegurar las comunicaciones con Jerusalén.

 Tel Gezer. Son las fuentes egipcias las que dan referencia del mismo. En el siglo XV a.C., período de Tel el Amarna, Gezer figura como ciudad-estado preeminente en Palestina, bajo el dominio egipcio.

      La posible ciudad bíblica con tal nombra más fiable, sería la que se cita en (IR 9,15-17), cedida por el Faraón a su hija con ocasión del casamiento con el rey Salomón, quien la reedificó. Controlada fácilmente desde ella las rutas caravaneras.
      En tiempo de los macabeos aparece de nuevo. Báquides fortificó Gezer (1M 9,25). En 142 a.C. Simón Macabeo la sitió y puso su residencia en ella (1M 13,43). Juan Hircano la convierte en su cuartel general (1M 13,53).
      Los hallazgos arqueológicos son de gran importancia: sistema hidráulico (sinor); estelas, lugar sagrado cananeo de la Edad de Bronce, juntamente con una serpiente de bronce; el calendario de Gezer: una tablilla de arcilla del tiempo de Salomón que es un calendario agrícola (una de las primeras inscripciones hebreas); murallas y puertas a tenaza del tiempo de Salomón; jarras con agarraderas selladas del tiempo de Josías (640-609) a.C.; huellas de los períodos persa, helenístico y romano. Tumbas del período bizantino y períodos posteriores.

 Ayalón. Ciudad de la tribu de Dan entre Benjamín y Judá (Jos 19,41). Figura en el libro de Josué con ocasión de la derrota de los cinco reyes amorreos (Jos 10, -1-27). Saúl persiguió a los filisteos hasta Ayalón (1S 14,31); Roboam la fortificó (2Cro 11,10); bajo el rey Ajaz cayó en manos de los filisteos (2Cro 28,18).

      Dentro del hermoso valle figuran las ciudades de Bethorón alto y bajo, de la tribu de Benjamín. En ellas es donde Josué exclamó: “Sol, detente en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ayalón” (Jos 10,12). Nos dice la Escritura que fue fortificada por Salomón (2Cro 8,5). También las victorias de Judas Macabeo sobre Serón y Nicanor (1M 3, 13-24). A partir del siglo IV d.C., los peregrinos que se dirigían a Jerusalén pasaban por este valle.

 Amwas, Emaús Nicópolis. El nombre de Emaús aparece vinculado a los macabeos. Judas vence a Nicanor y Gorgias el año 166 a.C. (1M. 3-4); y posteriormente es ocupada por Báquides (1M.9,50).

      En tiempo de Jesús era una ciudad y no una aldea, que Tito utilizó como campamento de la V Legión Macedonia y a la que Eliogábalo (218-222) otorgó el nombre de Nicópolis con el que aparece en el mosaico de Mádaba. Orígenes situó en ella el Emaús evangélico y en el s. IV se levanta una basílica. Los árabes la llamaban Amwas. Se conservan restos de termas, mosaicos, una exedra y la iglesia bizantina. Reconstruida en el siglo XIII por los cristianos indígenas, fue conocida posteriormente por la “iglesia de los Hermanos Macabeos”

 Letrún. Su abadía trapense celebró el 1990 su primer centenario de presencia en Tierra Santa. Provienen de la Trapa de Sept-Fonts y tiene 22 miembros. El monasterio se encuentra en el lugar mismo en que, según la tradición, había nacido el buen ladrón (Lc. 23, 40-43). Los cruzados ya levantaron en su día una fortaleza llamada “Castellum Boni Latronis”, que dio nombre a la ciudad, desaparecida en 1967, y hoy día a la abadía.

                                          (Nota. estadística y datos del año 2001)
                (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, relato 29 p.74-75)

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