El buen humor y el buen vivir
Quince
recetas seguras
El director del Miami Herald, Richard
G. Capen, que fue hace años embajador de los Estados Unidos en España, había
publicado un libro sobre valores -Finish Strog- en el que da una serie de
consejos para alcanzar esa capacidad. Empieza la lista con una sabia
advertencia: nada hará que cambiemos si no podemos esfuerzo de nuestra parte.
Es lo de siempre. Aquí está su relación:
· Los optimistas
son personas con un gran afecto hacia los demás, empezando por la propia familia
y los amigos más cercano.
· Los optimistas
siempre descubren el lado bueno de las personas.
· Los optimistas
se ríen mucho. De los primero que se ríen es de ellos mis mismos.
· Los optimistas
encuentran en todos buenos presagios. Creen en el poder de una sonrisa.
· Los optimistas
quieren lo que hacen y ponen en todo su corazón en ello.
· Los optimistas
hacen un recuento de lo bueno que reciben cada día, como remedio para
reaccionar contra el pesimismo.
· Los optimistas
aprender a perdonar a base de poner freno a los sentimientos de furia, odio, o
egoísmo.
· Los optimistas
tienen la actitud positiva de “seré capaz de…”. Rechazan los sentimientos
contrarios.
· Los optimistas
se apoyan en la fe como un medio para cumplir su fin en la vida.
· Los optimistas
creen en el cambio y dan la bienvenida a nuevos retos.
· Los optimistas
miran hacia el futuro, tratando de comprender de verdad lo que piensa la siguiente
generación.
· Los optimistas
hacen todo lo posible para quitarse de la cabeza pensamientos negativos.
· Los optimistas
hacen todo lo posible para esquivar el cinismo. Hablan un lenguaje diferente.
· Los optimistas
utilizan toda la fuerza de las actitudes positivas, en las que pueden confiar,
para pensar siempre bien.
· Los optimistas
no nacen así. Se moldean poco a poco, con su propia actitud.
Todos conocemos personas que se
enfrentas a la vida con ese espíritu impagable. Sería fantástico dejarnos influir
por ellos. Quizás una buena fórmula sería el proponernos conseguir una de esas
metas cada día.
(Extraído del libro: El valor
de los valores, de Covadonga O`Shea, 11 edic. p.167-168)
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