HISTORIA DE PALESTINA
La Sefela: Valle de Elah
Se
extiende a los pies de las montañas de Judea, abriéndose al Mediterráneo.
Recibe el nombre de los árboles del terebinto (Elah), que crecían en las
montañas vecinas. Entre Zoco y Azeca se sitúa el pasaje bíblico del
enfrentamiento entre David y Goliat (IS 17, 1-58).
Azeca
(Tel Zakaría). Josué arrojó a los cinco reyes amorreos hasta Azeca, abriendo la
planicie costera a los israelitas (Jos 10). Con Nabucodonosor sufrió las mismas
vicisitudes que la cercana Lachis. Las excavaciones dan pruebas de haber estado
habitado hasta el período bizantino.
Beit-Guvrim.
(La ciudad de los gigantes). En la región de Adulam, cubierta actualmente de
frondosos bosques, se encuentra Beit-Guvrim. Es una de las 36 ciudades
conquistadas por Josué (Jos 12,15). Aquí huyendo de Saúl, encontró David
refugio en una caverna (IS 22,1). La región de Adulam se extiende hasta Belén y
la planicie costera, La canalización de las aguas, llevada a cabo por el estado
de Israel, ha propiciado la llegada a esta región de muchos “moshavim”.
Septimio Severo, en el 202 d.C., le dio a
Beit Guvrim el nombre de Eleuterópolis (ciudad libre). Eusebio habla del
obispado aquí existente en el período bizantino. Destruida por los sarracenos,
los cruzados levantaron una fortaleza en 1134. Se conserva parte de la Iglesia
de san Gabriel.
Excavaciones de los años 1921-27
dirigidos por los PP. Vicent y Abel, de L`Ecole Biblique, sacaron a la luz una
serie de pavimentos de mosaico de edificios romanos e iglesias bizantinas.
Otras campañas, ya en nuestros días (1982-92) dirigidas por A. Kloner, han
descubierto nuevos vestigios del esplendor de Eleuterópolis cementerios,
posadas, acueducto y calzadas romanas, y un impresionante anfiteatro con
capacidad para 6000 personas, y ha estudiado la iglesia cruzada de planta
basilical.
Maresa. Se
da por cierta su identificación con el Tell Sandahana, en el que
aparecen ruinas de la ciudad bíblica de Judá (Jos 15,44). En breve sinopsis,
podemos hacer el siguiente recorrido: Roboam la fortificó (2Cr 11,8); es patria
de Miqueas (I,1) y Eliezer (2Cr 20,37); ocurre aquí la victoria de Asa sobre
Zar el etíope (1Cr 12,9-15) Judas Macabeo la saquea cuando la ocupaban los
edomitas en el 163 a.C., Juan Hircano la libró de los sirios y obligó a
circuncidar a sus gentes; Pompeyo le devolvió la independencia; pero los
partos, enemigos de Herodes, acaban destruyéndola. Ya en el período
helenístico, y luego en el romano, llegó a tener gran importancia como
encrucijada de caminos.
En el siglo II d.C., consta que se había
formado en ella una floreciente comunidad cristiana que disponía de una
sinagoga. Quedan unas ruinas de la iglesia de san Juan (s. V al VI), cuyo
ábside pertenece a un edificio romano del siglo III. La ciudad en su última
fase (ciudad alta) era casi cuadrada, rodeada de murallas, con plaza y torres
rectangulares. El trazado hipodámico (forma de parrilla) resalta fácilmente
reconocible en el plano original de la ciudad. A su alrededor (ciudad baja) hay
unas 14 grutas abovedadas, en forma de botella, de 7 a 20 m. de altura, que
forman auténticos laberintos. Se supone que estuvieron habitadas por
trogloditas, hurritas y edomitas. Y aún no se han agotado todavía las
posibilidades de seguir entregando a los arqueólogos, en nuevos intentos, rico
material arqueológico, y, por supuesto, en el subsuelo aparece gran cantidad de cerámica. No es de extrañar si se considera que llegó a ser la ciudad más rica de todo este período. (continúa)
(Nota. estadística y datos del año 2001)
(Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, relato 31/1 p.76-77)
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