jueves, 3 de octubre de 2024

HISTORIA DE PALESTINA
Altiplano Occidental

  Introducción geográfica. Para formar parte central de Palestina, consiste en un macizo montañoso que la recorre de norte a sur, arrancando de la llanura costera y la Sefela, y cayendo por el este a la depresión del Jordán. Se sabe que en la antigüedad estuvo poblado de abundante vegetación, venida a menos por las sucesivas invasiones, el abandono la erosión, y actualmente en proceso de regeneración. Por su configuración orográfica, destacan en ella cuatro regiones: Galilea, Montes de Efraín, Montañas de Judea y Montañas del Négueb.

 Galilea: Ocupa la parte norte, fronteriza con el Líbano. La llamada “tierra adentro” quedaba aislada de las grandes vías de comunicación. Favorecida con abundantes lluvias y clima mediterráneo, es la región más feraz de Palestina, hasta causar admiración por su verdor. Se divide en alta y baja Galilea, como se aprecia en la Biblia (Tb 1,2).

Alta Galilea: Se extiende desde el río Litani-Qasimiyah, que la separa de las montañas del Líbano, hasta la zona central de Galilea. Sus montes alcanzan de 1000 a 1200 m. a los que la Biblia llama montañas de Neftalí (Jos 20,7). La parte norte, con espacios amplios y abundantes fuentes, facilitó el desarrollo de su población.

 Baja Galilea: Es una zona intermedia en que alternan una serie de bajas montañas y pequeños valles, citados en la Biblia (Jos 19,14. 33. 36; 24,30).

      Lo más característico es el contraste entre esas suaves montañas y la amplia y fértil llanura de Esdrelón o Jezrael, con una extensión de 40 por 30 km., enclavada entre las montañas de Nazaret al norte, las de Efraín y Gelboé al sur y el Carmelo al oeste. Es la zona más fértil de toda Palestina. Las ciudades antiguas de Jokneam, Meguido, Taanak y Yibleam protegían la comunicación de este valle del Jordán. En el centro del mismo se levanta el monte Tabor (588 m) y al sureste el monte Moreh o pequeño Hermón.

 Montes de Efraín: Ocupan la parte central de la región montañosa, la más importante por el asentamiento de las tribus. La tribu de Efraín se asentó en la parte sur y la de Manasés en la del norte. Al sur de Efraín habitó Benjamín. Durante la monarquía, el nombre de Samaría suplantaría al de Efraín.

      En su parte central destacan los montes Ebal (930 m.) y Garizím (868 m.), en el sur Baal Hazor 914 m), cerca de Betel. Su paisaje es muy variado, alternando montañas, colinas, desfiladero, grandes y pequeños valles fértiles como los de Dotain, Siquem y el de los Patriarcas. Destacan las ciudades bíblicas de Samaría, Siquem, Tirsá, Silo y Betel. (continúa)
                  (Teodoro López, Carlos Sáez, Ángel Martín, Peregrinación a Tierra Santa, relato 36/1, p.86-87)
Nota. estadística y datos del año 2001)

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