FIDELIDAD – LEALTAD
Hoy no se suele hablar de Fidelidad, quizá muchos tampoco la supieran definir, y lo más grave, en la familia, en el trabajo, en la política y en la misma sociedad, podríamos asegurar: se debería conocer y dar un paso en valorarla y vivirla. La verdadera fidelidad es persevetante, pues se vive siempre y para siempre, esto es posible, si sabemos y deseamos y si vivimos como hijos de Dios. El número 126 de Surco de san Josemaría nos concreta: “Ser fiel a Dios exige lucha. Y lucha cuerpo a cuerpo, hombre a hombre -hombre viejo y hombre de Dios-, detalle a detalle, sin claudicar".
La fidelidad se identifica con la lealtad y tiene sintonías: con la esperanza, la perseverancia, cumplimiento del deber, vocación, compromisos cristianos, lealtad a la Iglesia. Qué importancia tiene, la fidelidad en lo pequeño, en lo poco. Lo asegura Cristo a través del evangelista san Lucas: “Quien fiel en lo poco es fiel en lo mucho y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho” (capítulo 16,10)
Me atrevo a sugerir la lectura de un buen libro, ya antiguo, del 2004, cuyo autor José Morales Martín, publicado por Ediciones Rialp: FIDELIDAD. También destacar algunos de sus capítulos y reseñar algunos de sus textos:
- Ecos de la fidelidad en la literatura y en el mundo real.
- Fundamentos de la fidelidad humana.
- Enemigos de la fidelidad.
- Los soportes de la fidelidad.
- El arte de la fidelidad.
“La lealtad y la felicidad son dos virtudes de la persona humana que en el uso común de los términos pueden resultar equivalentes. Muchos aspectos de la lealtad pueden decirse asimismo de la fidelidad, y en cualquier caso, las áreas semánticas de ambas vienen a coincidir. Una definición adecuada de la lealtad puede servir también como definición de la fidelidad y viceversa" (2)
“La idea de amistad ha sido propuesta y elaborada por Aristóteles, desarrollada principalmente por Cicerón, y vivida durante siglos en el marco de la concepción cristiana de la persona. La vida tradicional y clásica de la amistad incluye tres componentes. Los amigos han de encontrarse bien en mutua compañía; deben obtener un provecho humano y espiritual; y han de compartir un cierto compromiso común con ideales elevados”. (3)
“Claridad de principios según las enseñanzas cristianas. Conocer y aceptar el significado y el alcance correcto de esas realidades divino-humanas es de suma importancia para la persona que debe decidir entre los diversos caminos y alternativas que se ofrecen para emplear su libertad, en torno al sentido del matrimonio, la naturaleza del sacerdocio ministerial, y el ideal evangélico de la virginidad” (4)
“Suelo afirmar que tres son los puntos que nos llenan de contento en la tierra y nos alcanzan la felicidad eterna del Cielo: una fidelidad firme, delicada, alegre e indiscutida a la fe, a la vocación que cada uno ha recibido y a la pureza. El que se quede agarrado a las zarzas del camino -la sensualidad, la soberbia-, se quedará por su propia voluntad y, si no rectifica, será un desgraciado por haber dado la espalda al Amor de Cristo” (5)
“Al revelar su Nombre, Dios revela, al mismo tiempo su fidelidad que es de siempre y para siempre, valedera para el pasado (” Yo soy el Dios de tus padres” Ex 3,6) como para el porvenir (“Yo estaré contigo”, Ex 3,12). Dios, que revela su Nombre como “Yo soy”, se revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a su pueblo para salvarlo. “(6)
*********************************
(1) Fernando Ocáriz, Carta de 19 de marzo de 2022, p. 184-185
De la obra citada: (2), (3) y (4) en las páginas: 55, 67 y 176 respectivamente.
(5) Josemaría Escrivá de Balaguer, Amigos de Dios, n. 187
(6) Catecismo de la Iglesia Católica, n. 207
No hay comentarios:
Publicar un comentario