lunes, 5 de mayo de 2025

UNA ASIGNATURA PERENNE; PARA TODOS,
JÓVENES Y MAYORES, CREYENTES, AGNÓSTICOS, ATEOS,
Y A LO LARGO DE TODA LA VIDA

Poco se habla del amor, es cierto, más que hablar, comentar, es vivirlo y compartirlo; el verdadero amor:  sincero, limpio, no del interesado, egoísta, calculador, el que sabe comprender, disculpar, incluso perdonar y dispuesto siempre a servir, el que está fundado en el amor a Jesucristo, éstos tienen un gran recorrido, porque de modo permanente es acertado su comportamiento, se sitúa en la verdad puede estar alegre y cómo facilita la convivencia.  

      Cuando se ama, cambian los comportamientos, las intenciones, la correspondencia, el modo de mirar, dispuestos a servir sin pasar factura, se vive mejor y mejora: la familia, el ambiente de trabajo, la sociedad. Una permanente asignatura, mejor, un Mandamiento de la Ley de Dios sentenciado por Jesucristo:

        Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros. Como yo os he amado, 
        amaos también unos a otros (Evangelio S. Juan 13, 34). Lo Primero Amar a Dios sobre todo y lo Segundo, a todas las personas, incluso a los enemigos. De no entender o vivir éstos, es situarse muy alejado, incluso no ser feliz y hacer que la vida sea tramposa. “Dios es amor”. El amor da sentido a la vida.

     “Tener una visión un poco parecida a la de Dios. El amor de Dios y su sabiduría no se diferencian entre sí ni de Él mismo. Casi podríamos decir que ve porque ama, y por lo tanto que ama, a pesar de lo que ve” (C.S. Lewis, Una pena en observación, Anagrama, 10ª edición, p. 98)

       Es cierto, que la virtud del amor (el mandamiento), precisa de una formación y de una doctrina, la que se vive y desarrolla a lo largo de toda la vida y con toda clase de personas. También en la enfermedad, en las dificultades de la vida, del trabajo. Cuando te parezca que el Señor te abandona, no te entristezcas: ¡búscale con más empeño!, Él, el Amor, no te deja solo.

      -Persuádete de que “te deja solo” por Amor, para que veas con claridad en tu vida lo que es suyo y lo que es tuyo. (Josemaría Escrivá, Forja n. 250).

      La Sagrada Escritura, la Doctrina cristiana, los padres, los buenos amigos, son un “máster” permanente, que nos forma y nos hace felices en esta tierra, porque todos ellos son enseñan a amar.     La caridad es un don excelente, del amor. “La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, no es ambiciosa, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad, todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. (San Pablo, 1 Corintios 13, 4-7)

      No se confunde con la camaradería, altruismo, tampoco por lo sentimental. 

“Los 5 efectos del amor: 1) la unión de quienes se aman; 2) la identificación de voluntades; 3) la admiración gozosa hacia la persona que se ama; 4) el celo, que busca desinteresadamente el bien de quien se ama, hasta llegar a los mayores sacrificios; 5) el sufrimiento compartido, por el que se hacen propios las penas y dolores de la persona a la que se ama   (Santo Tomás, Suma Teológica,1-2 q.28 y s)

                    Tanto amo Dios al mundo que entregó a su Unigénito, para que todo 

                   el que cree en él no perezca, sino que tengamos vida eterna. (S. Juan 3,16)

No hay comentarios:

Publicar un comentario