Entre la basílica de la
Anunciación y la de san José media el convento franciscano y el colegio de
Tierra Santa.
Relatos Evangélicos. El misterio de la concepción de Jesús, revelado a José (Mt 1, 18-25); vuelta de Egipto (Mt 2,13-23); el Niño Jesús en el Templo (Lc 2,40-42); Jesús en Nazaret (Lc 4,16-23; Mc 6,1-6) testimonio de Natanael (Jn 1,46) Jesús deja Nazaret (Mt 4,13; el hijo del carpintero (Lc 3,23; Mt 13,55).
Jesús, llamado el Nazareno. Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel…. (Mt 2,19-23)
Jesús adolescente. El bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres. (Lc 2,51-52)
La Casa de Nazaret. San José ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la Redención y es verdaderamente “ministro de la salvación”. Su paternidad se ha expresado concretamente “al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que está unida a él; al haber hecho uso de la autoridad legal, que le correspondía sobre la Sagrada Familia, para hacerle don total de sí, de su vida y de su trabajo; al haber convertido su vocación humana al amor doméstico con la oblación sobrehumana de sí, de su corazón y de toda capacidad, en el amor puesto al servicio del Mesías que crece en su casa” (Juan Pablo II, Redemptoris Custos, n. 8)
No hay comentarios:
Publicar un comentario