viernes, 20 de mayo de 2022

    LEYENDO LOS GRANDES LIBROS UNO DESCUBRE QUE HAY BIEN Y MAL

Entrevista de Cristina Sánchez Aguilar a Don Mariano Fazio, vicario auxiliar del
Opus Dei, autor del nuevo libro “Libertad para amar a través de los clásicos”
 
¿Por qué analizar a través de los grandes clásicos literarios las cargas que impiden al hombre ser libre?
--La gran tradición de la literatura occidental, la de los clásicos, presenta los valores que están en el fondo del corazón humano. Leyendo estos grandes libros uno descubre que hay bien y mal -cosa que la cultura contemporánea a veces descubre-; que hay verdad y mentira; que hay belleza y fealdad, y que es mucho mejor optar por el Bien, la Verdad y la Belleza. Y todo eso lo cuentas en una narración amena que puede penetrar mejor en la cultura contemporánea.
 
Además, la forma en la que Dios se revela es a través de la narrativa
--Dios nos ha contado el proyecto que tiene para la humanidad a través del Antiguo y Nuevo Testamento. Y, en particular, Jesucristo no nos una lección académica sobre qué es la moral, sino que nos cuenta que al lado del camino había una persona a la que habían robado y paró el buen samaritano. O cuando nos habla de que hay que perdonar, no lo demuestra teológicamente, sino que cuenta la historia de un padre que tenía dos hijos. La ética narrativa es muy adecuada para hacer presentes estos grandes valores de la persona humana.
 
Por eso usted lleva ya varios libros escritos sobre los clásicos-italianos, rusos, el Siglo de Oro español…
--Yo soy sacerdote, y todo este proyecto que tengo sobre los clásicos es apostólico. Son una preparación para el Evangelio, porque me hacen entrar en sintonía con estos grandes valores humanos que, en definitiva, son cristianos.
 
¿Cómo entroncamos esta propuesta con la eliminación de gran parte de la educación humanística en las instituciones académicas?
--Hay una especialización exagerada y un empobrecimiento de la formación, porque sin humanidades somos menos hombres y mujeres, menos humanos, En el libro cito un personaje totalmente secundario de Ivanhoe, que se llama Wamba, un bufón que estaba preso y lo liberan, y viene a decir que, ahora que es libre, qué hace con la libertad. Sin formación humanística tendremos muchos conocimientos técnicos, pero, además de hacer cosas, ¿cuál es el fin de mi vida? Eso no me lo dá la técnica, que es importantísima y muy positiva, sino una visión amplia de qué es la naturaleza humana. Por eso me parece que traerá consecuencias graves para el futuro de la sociedad.
 
Insiste en que para amar hay que ser libre.
--La libertad es fundamental, porque la vocación cristiana -y la vocación humana- es una vocación al amor. Todos tenemos experiencia de que, cuando nos damos a los demás, tenemos una vida plena. Pero para entregarnos a amar necesitamos ser libres. Es una condición previa. Yo no puedo amar obligado, o por presión social: tengo que amar libremente. Por eso libertad y amor van unidos. / primera parte, continúa
 
                                     (Publicado en Alfa&Omega, del 5 al 11 de mayo 2022, p. 23)

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