Se ha de rechazar también el recurso a los medios contraceptivos en sus diversas formas. Este rechazo deriva de una concepción correcta e íntegra de la persona y de la sexualidad humana, y tiene el valor de una instancia moral en defensa del verdadero desarrollo de los pueblos. (Humanae vitae, 485; Familiaris consortio 74, etc.).
Las
mismas razones de orden antropológico, justifican, en cambio, como lícito el
recurso a la abstinencia en los periodos de fertilidad femenina. Rechazar la
contracepción y recurrir a los métodos naturales de regulación de la natalidad
comporta la decisión de vivir las relaciones interpersonales entre los cónyuges
con recíproco respeto y total acogida; de ahí derivarán también consecuencias
positivas para la realización de un orden social más humano.
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234. El juicio acerca del
intervalo entre los nacimientos y el número de los hijos corresponde solamente
a los esposos. Este es uno de sus derechos inalienables, que ejercen ante Dios,
considerando los deberes para consigo mismos, con los hijos ya nacidos, la
familia y la sociedad. (C. Vaticano Gaudium et spes 50) La
intervención del poder público, en el ámbito de su competencia, para la
difusión de una información apropiada y la adopción de oportunas medidas
demográficas, debe cumplirse respetando las personas y la libertad de las
parejas: no puede jamás sustituir sus decisiones, tanto menos lo pueden hacer
las diversas organizaciones que trabajan en este campo (Catecismo
Iglesia Católica n. 2372)
Son moralmente condenables, como atentados a la dignidad de la persona y de la familia, los programas de ayuda económica destinados a financiar campañas de esterilización y anticoncepción o subordinados a la aceptación de dichas campañas.
La solución de las cuestiones relacionadas con el crecimiento demográfico se debe buscar, más bien, respetando contemporáneamente la moral sexual y la social, promoviendo una mayor justicia y una auténtica solidaridad para dar en todas partes dignidad a la vida, comenzando por las condiciones económicas, sociales y culturales.
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