LA IMAGINACIÓN, segunda y última parte
(Salvador Canals, Ascética meditada, p. 132-135, Colección Patmos 110, Ediciones Rialp)
LA IMAGINACIÓN, segunda y última parte
(Salvador Canals, Ascética meditada, p. 132-135, Colección Patmos 110, Ediciones Rialp)
2, EL MARCO HISTÓRICO DEL ANTIGUO TESTAMENTO Segunda parte
LA IMAGINACIÓN, primera parte
“Ninguna persona prudente tomaría nunca a
un loco por consejero en los problemas más delicados de su propia vida. Todos
consideraríamos imprudente y poco sensato a quien se condujera de tal modo.
(Salvador
Canals, Ascética meditada, p.129-132, Colección Patmos nº 110, Ediciones
Rialp)
1, LOS “LIBROS HISTÓRICOS” EN EL
CONJUNTO DEL
ANTIGUO TESTAMENTO
“El título de este segundo volumen de la
Sagrada Biblia, “Libros históricos del Antiguo Testamento”, requiere una breve
aclaración pues no todas las Biblias contienen los mismos libros del Antiguo
Testamento, ni tampoco éstos aparecen siempre en el mismo orden. Las
diferencias obedecen a razones de carácter histórico y de algún modo afectan a
la interpretación de los libros.
Muchos judíos del tiempo de Jesucristo
reconocían la autoridad de la Ley y de los Profetas, y admitían que había
también otros libros sagrados que no estaban incluidos en ninguno de esos
grupos, por lo que les denominaban simplemente “escritos”. Sin embargo, aún no
se había llegado a un consenso sobre el carácter sagrado de algunos libros
concretos. De hecho, circulaban muchas obras que finalmente no fueron incluidas
en las listas de libros sagrados judíos ni cristianos.
Los códices transmitidos en el judaísmo
rabínico posterior a Jesucristo presentan los libros de la Biblia agrupados en
tres secciones: “Ley”, “Profetas” y “Escritos”. En cambio, los códices en
lengua griega que contienen las escrituras de ambos Testamentos suelen agrupar
los libros del Antiguo de un modo distinto.
La tradición cristiana, que hizo suya la
clasificación griega, considera “libros históricos” tanto los que forman el
Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio) como los de Josué,
Jueces, Rut, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, 1 y 2 Crónicas, Esdras, Nehemías,
Tobías, Judit, Ester y 1 y 2 Macabeos que suelen colocarse al final de todo el
Antiguo Testamento. Los “libros poéticos y sapienciales que en el canon
cristiano vienen a continuación, incluyen los de Job, Salmos, Proverbios,
Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría y Eclesiástico. Por último, los
“libros proféticos” comprenden Isaías, Jeremías (con Lamentaciones y Baruc),
Ezequiel y Daniel, y los doce profetas menores (Oseas, Joel, Amós, Abdías,
Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.
Esta clasificación refleja una concepción
teológica de la Sagrada Escritura distinta de la que subyace en la Biblia
transmitida en hebreo, que es heredera del rabinismo y que está centrada en
torno a la Ley. Para la Iglesia los libros históricos del A. T. constituyen una
narración ordenada cronológicamente (aunque con repeticiones y digresiones),
que comienza en los orígenes del mundo y del hombre, sigue con los Patriarcas,
la estancia de Israel en Egipto y el éxodo, la peregrinación por el desierto,
el establecimiento en la tierra prometida, la monarquía, el destierro y la
restauración en la época persa, hasta la revuelta macabea frente a la
helenización de Palestina. Una historia que se interrumpe a las puertas de
nuestra era. A continuación se sitúan los libros poéticos y didácticos, cuyo
contenido pone al lector ante Dios -en la oración- y ante el mundo -mediante la
sabiduría-, y le permite atisbar nuevas perspectivas sobre el ser y el actuar
de Dios.
Esta clasificación de los libros del A.T.
permite entender mejor la manifestación gradual de Dios a los hombres: la
Revelación divina ha culminado en Cristo y sólo a la luz del acontecimiento
pascual (la muerte y resurrección de Jesús) se encuentra el sentido definitivo
de la Sagrada Escritura. Con Él la historia llega a su plenitud. De Él hablan
la Ley y los Profetas. Él ha venido a traer la salvación a todos los hombres,
judíos y gentiles. La Ley o Pentateuco no es, pues, para la fe cristiana la
plasmación definitiva de la voluntad de Dios, como se presupone en la Biblia
hebrea, sino el comienzo de la historia de la salvación que se completará en
Jesucristo” (selección, continúa)
(Facultad
de Teología Universidad de Navarra, Sagrada Biblia, Comentario,
p.199-201)
TENTACIONES, segunda y última parte
“¡Cuánta experiencia sacarás, por otra
parte, de tu lucha contra las tentaciones!, experiencia que te servirá para
ayudar, dirigir y consolar a muchas almas tentadas y atribuladas. Aprenderás la
ciencia de la comprensión y sabrás hacerla fructificar cuando trates a las
almas. La necesidad de recurrir a Dios, que se hace sentir con tanta fuerza en
aquellos momentos, hará que tu vida de oración arraigue profundamente en tu
alma.
RESUCITÓ, RESUCITAREMOS
“Hay en el mundo de la fe algo que resulta
verdaderamente desconcertante: la mayoría de los cristianos creen sinceramente
en la Resurrección de Jesús. Pero asombrosamente esta fe no sirve para iluminar
sus vidas. Creen en el triunfo de Jesús
sobre la muerte, pero viven como si no creyeran. ¿Será tal vez porque no hemos
comprendido en toda su profundidad lo que fue esa resurrección?
(J.L. Martín
Descalzo, Días grandes de Jesús, p. 201-202, Edibesa)
TENTACIONES, primera parte
La sala de lo civil del Tribunal Supremo ha hecho pública la Sentencia de Pleno 277/2022, de 31 de marzo, en la que se afirma que “la gestación por sustitución comercial vulnera los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución y en los convenios internacionales sobre derechos humanos”.
El Foro Español de la Familia pone de relieve la importancia de este respaldo de la Justicia a los menores, a las mujeres y a la institución familiar en general, recordando en un análisis específico realizado por el Foro, las cuestiones éticas implicadas en la práctica de la maternidad subrogada: la ponderación del deseo de los adultos por encima del derecho natural de los hijos a tener un padre y una madre, la instrumentalización de la mujer que lleva a cabo el embarazo, la mercantilización de la vida y la dignidad humana, la selección genética del hijo y la deconstrucción de la institución familiar.
Daño inaceptable.
El Tribunal Supremo señala ahora en la Sentencia que la maternidad subrogada supone “un daño inaceptable al interés superior del menor y una explotación de la mujer, ambos son tratados como objetos, no como personas dotadas de la dignidad propia de su condición de seres humanos”. Incide en dicho planteamiento al afirmar que “al niño se le priva del derecho a conocer sus orígenes, es tratado como un objeto de cambio, se cosifica”.
Concluye el Tribunal señalando que la maternidad subrogada supone una “vulneración de los derechos de las madres gestantes y de los propios niños, tratados como simples mercancías”.
Modalidad altruista
Por todo ello, el Foro celebra esta decisión judicial, recordando en el informe adjunto que dichas vulneraciones se producen igualmente en la llamada modalidad “altruista” de la maternidad subrogada, donde los agentes intermediarios se siguen lucrando a costa de la instrumentalización de la vida humana de madres e hijos.
Así, sustituyen el concepto de precio por el de compensación; y comenta la experiencia de países donde sí se ha legalizado esta modalidad “altruista”, como Reino Unido o Grecia, donde, fruto de dicha “normalización”, la demanda ha superado la oferta y ha dado lugar a la inhumana situación de los llamados “países incubadora” y al lucro incesante de intermediarios que comercian con vidas humanas.
(publicado por Religión Digital, 5 de abril 2022)
LA CRÍTICA tercera y última